Vamos a hablar de cortinas de tela y de cómo pueden ser la opción más elegante si cuentas con grandes ventanales y buscas un toque más acogedor.
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Vamos a hablar de cortinas de tela y de cómo pueden ser la opción más elegante si cuentas con grandes ventanales y buscas un toque más acogedor.
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Aunque somos firmes defensores de las ventajas de los estores enrollables para vestir las ventanas, hoy vamos a hablar de cortinas de tela y de cómo pueden ser la opción más elegante si cuentas con grandes ventanales y buscas un toque más acogedor.
Antes de decidirte por el modelo de cortina ideal para tu casa, vamos a ofrecerte algunas pautas que te serán de gran ayuda.
En Cortinadecor, podéis encontrar varios tejidos que se adaptan a cada necesidad. Desde el lino, perfecto ahora que llega el calor para aligerar tu decoración, hasta otras telas de gran calidad con tecnología Aqua Clean (se limpian solo con agua).
Antes de pensar en la decoración o en los colores que hemos elegido para el resto de la estancia, ten en cuenta que la cortina tiene que vestir la ventana, pero no tapar la claridad (salvo en casos que no haya persiana y optes por estores opacos).
En mayoría de las casas, la luz es escasa y siempre querrás potenciarla, así que toda la paleta de blancos, beiges y grises serán tu mejor aliado.
Además de la calidad de la tela, busca que la caída tenga mucha presencia. En algunos de nuestro modelos, como en las cortinas Agar, se integra un contrapeso de plomo en la parte inferior que consigue una caída perfecta y elegante.
Si tus techos no tienen gran altura, un modelo con estampado de rayas como las cortinas Premium Corti, pueden solucionar el problema y hacer que la sensación de espacio sea mayor.
Respecto a las tendencias cromáticas, aunque algunos tonos empolvados o el rosa blush se dejen ver en algunas decoraciones femeninas y románticas, el gris siempre es una apuesta segura.
Viste más que el blanco, si no quieres que la casa te resulte demasiado plana, deja pasar la luz y combina con el resto de tonos que quieras introducir en casa a modo de cojines, ropa de cama o complementos.
¡Nunca pasa de moda!