Los muebles son siempre de líneas puras y maderas poco barnizadas. Los tiradores incorporan metales y plásticos para contrastar con los materiales naturales como la madera. Además, el colorido que se caracteriza en este estilo está presente en todo momento.
Las láminas y posters son un elemento muy representativo. Las reproducciones de las obras de Andy Warhol, con las latas de conservas Campbell e iconos como Marilyn Monroe, o Roy Lichtenstein, con personajes de cómic, son buenos ejemplos.
Es un estilo de gran colorido, sobre todo, en elementos como el empapelado, los cuadros, lámparas, etc. Este estilo se centra en la estética y permite desarrollar nuestra creatividad. Los fucsias, turquesas, verdes o naranjas, y se pueden combinar con libertad pero evitando estridencias. Tampoco podemos olvidar las rayas gruesas, sobre todo horizontales, combinando blancos, rojos y azules.
Podemos lograr esta estética en nuestro hogar, combinando el mobiliario actual con elementos decorativos de los sesenta y setenta: lámparas, ceniceros, vajillas o neveras o televisores retro, muy de moda estos días.
Las formas geométricas son los motivos más recurrentes para tapicerías, ropa de hogar, cortinas o papeles pintados. Círculos, rectángulos y triángulos de colores combinados, así como flores y otros elementos forman los estampados más frecuentes. Los sillones, las lámparas y las sillas suelen tener formas redondeadas que aportan un toque psicodélico.