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Restaurar restaurante rústico

¿Para qué inventar algo nuevo si sirve ya lo que teníamos? Restaurar es otra manera de decorar. Lo auténtico siempre tiene un valor añadido y es un acierto conservarlo. El arquitecto Rafa Zabala nos explica cómo restaurar un restaurante rústico, un edificio que data del siglo XVIII con la típica arquitectura de casa montañesa. La decoración transmite energía, aportando luz a las estancias sin perder la calidez.

Entrada del restaurante rústico

Elementos como los pavimentos no se han tocado, la entrada del restaurante es un paso de caballerizas modernizado, antes era oscuro y con madera deteriorada que se ha pintado como los edificios renacentistas, como encalado creando franjas de colores ajados. A la entrada se ha dado un toque de iluminación baja muy contemporánea y en el techo se ha pintado con cal de un blanco tiza y mate creando un cajón retroiluminado.

Recibidor del restaurante rústico

En el recibidor del restaurante se ha pintado de blanco dando a la encimera un acabado al ácido muy mate. Se introduce una butaca antigua de piel restaurada con la piel de balones de cuero de los de rugby americano y un trinchante, una mesa comedor usada para trinchar la carne y que se solía apoyar en la pared.

Comedores y patio del restaurante rústico

En el comedor principal el mobiliario existente se ha mantenido. Con un estropajo o lana de acero se ha pasado a todas las sillas y el mismo color utilizado para las listas se ha pintado decapándolo. El techo original de madera se ha mantenido e incorporado lámparas de flor de pie.

En el patio se ha resaltado todo lo que tenía, todos los arcos, la piedra y madera de ventanas y los elementos incorporados intentar no distorsionar nada de lo presente. Desde el resto de comedores interiores se puede observar una boda al fondo que da profundidad. Uno de los comedores privados, donde come la familia habitualmente, tiene como peculiaridad una piedra donde se realizaba la matanza del cerdo, que se comunica a través de un cristal de vidrio con la bodega. También hay un comedor billar donde los antiguos propietarios tenían una sala de billar con suelo de baldosas bicolor.

* Restaurante Cenador de Amós en Cantabria