
Economía
Dar de alta la luz, una inversión de hasta 400 euros
Hogarmania, 20 de abril de 2018
El proceso de dar de alta el suministro de luz es rápido y sencillo. No obstante, debemos saber que no es gratuito. El comparador HelpMyCash desglosa todos los gastos asociados.
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Adquirir nuestra primera vivienda o mudarnos a un nuevo piso de alquiler siempre hace ilusión. Durante los primeros días tendremos que dar de alta la luz, el gas, el agua y los servicios de telecomunicaciones, lo cual nos puede llevar un par de días entre comparar y tramitar los diferentes contratos. Lo que probablemente no sepamos es que algunos de estos servicios nos harán pagar antes de empezar a consumir.
Desde el comparador de tarifas de energía HelpMyCash.com nos explican qué gastos deberemos asumir cuando demos de alta la luz en nuestra casa.
Una primera factura de vértigo
Suena inconcebible pagar un recibo a nuestra compañía eléctrica antes de tener servicio. Sin embargo, esto es lo que sucede cuando damos de alta la luz en casa. En este caso el pago se lo hacemos a la distribuidora para que nos realice todas las acciones pertinentes para que la electricidad llegue a nuestro hogar. En concreto, pagaremos en torno a los 400 euros por ello. Ahora bien, ¿qué conceptos son los que se nos mostrarán en la factura?
Cuando solicitamos el alta del servicio, la compañía nos aplicará tres cargos en concepto de derecho de acceso, de extensión y de supervisión. Ahora bien, ¿qué es cada uno y cuánto cuestan?
- El derecho de acceso la red eléctrica se refiere al pago por conectarnos a la red. Su coste va ligado a la potencia que contratemos, siendo de 20 euros (más IVA) por kW contratado.
- El derecho de extensión es el que pagamos por las infraestructuras eléctricas que necesitamos para transportar la energía desde la central hasta nuestro hogar. Su precio es de 17 euros (más IVA) por kW contratado de potencia.
- El derecho de supervisión es básicamente el trabajo que se realiza para que la instalación funcione correctamente, por lo que cada compañía pone sus precios. Por ejemplo, EDP nos cobrará 101,52 euros por actuación.
Por lo cual, para una familia con una potencia de 4,6 kW (la más habitual), el coste del alta en el servicio de electricidad es de 271,52 euros más IVA. Este recibo lo deberemos asumir tanto si estamos dando de alta un nuevo contrato o si queremos ampliar la potencia eléctrica actual.
El coste de la instalación
El pellizco hasta ahora es importante para el bolsillo de los más ahorradores. Lamentablemente, aún existen otros cargos que deberemos asumir en nuestra primera factura. Por ejemplo, para que la instalación se dé por buena, la distribuidora también nos puede aplicar dos cargos extras a nuestra primera factura.
Por un lado, nos puede cobrar los derechos de enganche, que no deja de ser el precio que deberemos pagar para que la distribuidora nos conecte a su red eléctrica. Eso sí, no es muy elevado: nueve euros. Por otro lado, nos puede aplicar un último concepto: la verificación de la instalación. Aquí no hay mucha duda, solo es que el técnico dé el visto bueno a nuestra instalación, que debe cumplir con la normativa. Este cargo es de unos ocho euros y lo deberemos asumir siempre que hagamos una nueva instalación o la actual tenga más de 20 años.
¡No olvides el depósito de garantía!
Llegados a este punto, nuestra factura ya sube a los 288,52 euros (más IVA). ¿Queda algo más? Parece que las compañías de luz no se fían demasiado y nos exigen un depósito de garantía. Bajo este concepto solo se esconde una fianza que exige la distribuidora. Ahora bien, ¿cuánto cuesta?
El depósito de garantía no tiene un coste generalizado como los anteriores, sino que se aplica en función de la potencia contratada. Tal y como se recoge en el artículo 79 del Real Decreto 1955/2000, el importe será igual a la facturación teórica mensual que nos cobrarían por 50 horas de uso de la potencia contratada. Suele rondar entre los 25 y los 50 euros.
Una vez finalicemos el contrato, bien porque cambiamos de compañía o porque dejamos el piso por otro en el que ya está el servicio dado de alta, debemos exigir que nos devuelvan este cargo. Para ellos tenemos un margen de seis meses. En caso contrario, lo perderemos.
En resumen, la primera factura que recibiremos puede llegar a los 338,52 euros (409,61 euros con IVA) con bastante facilidad, tal y como hemos visto. Y, obviamente, si tenemos una potencia superior se irá incrementando. Por ello, es importante revisar bien qué tarifa contratamos, puesto que deberemos amortizar este sobrecoste a lo largo de todo el año.
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