Pero, ¿tan complejo es cerrar una cuenta bancaria? Desde luego que no es tan difícil, pero sí es cierto que los bancos ponen mucho más fácil la apertura de la cuenta que el cierre, por razones evidentes. Por tanto, conviene cerciorarse de cuatro cuestiones para cancelar la cuenta bancaria:
1- ¿Tienes compromiso de permanencia? Algunas cuentas nómina obligan a mantenerla domiciliada durante un tiempo determinado. Esto es especialmente común en las cuentas con regalo. En cualquier caso, este compromiso se puede romper, aunque suele haber consecuencias económicas (pagar el regalo, por ejemplo).
2- ¿Queda algún pago o recibo pendiente? Fíjate bien. No debe quedar ningún recibo domiciliado ni ningún pago o deuda pendiente (tarjetas de crédito, cuotas, etc.).
3- ¿Queda dinero en la cuenta? No quieres perder dinero, así que más vale dejar la cuenta a cero antes de cancelarla. Puedes hacerlo en ventanilla o bien mediante una OTE (Orden de Transferencia de Efectivo) por el importe exacto pendiente, de este modo te ahorras la comisión que te podrían cobrar haciendo una transferencia directa.
4- ¿Tienes el certificado de cancelación de cuenta? Una vez te has cerciorado de los puntos anteriores toca ir a la oficina y pedir el cierre de cuenta. Recuerda pedir el certificado de cancelación de cuenta. Sólo así puedes asegurarte de que la cuenta está cerrada y evitar futuras sorpresas.
Con estas ideas claras, es mucho más seguro aprovechar las ofertas del momento y cambiar de banco. Recuerda que puedes echar un vistazo a las más interesantes en el comparador de cuentas.