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Economía

3 fallos que seguramente cometes que harán que pagues más al contratar financiación

La mejora de la situación económica en nuestro país junto con las medidas de estímulo del Banco Central Europeo ha vuelto a dar vida a los créditos al consumo en España. De hecho, durante marzo de este año la banca concedió un 22,15 % más de financiación, 2.591 millones de euros en préstamos personales, que durante marzo del año pasado, de acuerdo con los últimos datos publicados por el Banco de España. Esta reactivación del crédito ha hecho que aumente la competencia entre entidades y que aparezcan ofertas de financiación con condiciones prácticamente inmejorables. No obstante, según explican desde el comparador financiero HelpMyCash.com, una TAE baja no es lo único a tener en cuenta al contratar financiación. Existen otros factores que, aunque no parezcan muy importantes, pueden hacer que paguemos de más sin necesidad.

Pagar el triple de intereses por elegir mal la cuota

Escoger una cuota mensual de reembolso demasiado baja, aunque a priori puede parecer muy cómodo, es un error muy común y que puede costarnos incluso hasta tres veces más. Mientras más tiempo estemos reembolsando el crédito solicitado, más tiempo se estarán generando intereses. Así, devolver un préstamo de 5.000 euros al 8 % en 12 meses tendría una cuota muy elevada (435 euros al mes), pero solo pagaríamos 219 euros en intereses. En cambio, alargando el plazo hasta 36 meses, aunque la cuota fuese de 156 euros mensuales, se generarían un total de 640 euros en intereses. Para evitar este error debemos calcular cuál será la cuota máxima que podemos reembolsar cada mes sin que desequilibre nuestras finanzas para reducir el plazo lo máximo posible. Así, con el mismo ejemplo anterior, reembolsarlo en 18 meses nos permitiría abonar una cuota más asequible (296 euros) sin tener que pagar demasiados intereses (322 euros en total).

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Aplazar el pago cuando no es completamente imprescindible

Las carencias son una alternativa que algunos créditos al consumo ofrecen para no pagar nada o solo una parte de la cuota mensual de reembolso durante un tiempo determinado pactado previamente con la entidad. Si bien esta opción es una forma de evitar el impago cuando no somos capaces de hacer frente al reembolso, debemos tener en cuenta que los intereses se seguirán generando durante ese periodo. Esta opción solo es recomendable cuando corremos el peligro de caer en un impago, ya que será una alternativa mucho más cara que la carencia.

Acudir a las tarjetas de crédito cuando podemos usar préstamos personales

Otro fallo muy común es acudir a las tarjetas de crédito por la inmediatez y simplicidad con la que nos permiten obtener dinero a crédito. No obstante, aunque las tarjetas pueden ser de mucha utilidad para financiar ciertos gastos, utilizar este medio de financiación para cantidades elevadas que podemos obtener a través de un préstamo nos hará pagar el triple por la misma cantidad financiada. Esto es porque, mientras que los intereses medios de los créditos al consumo en marzo fue del 7,85 %, según los últimos datos publicados por el Banco de España, los intereses de las tarjetas de crédito se situaron en el 20,78 % de media. Esto significa que financiar una cantidad que podemos conseguir con un préstamo personal con una tarjeta de crédito haría que paguemos casi tres veces más.