La limpieza de primavera, en realidad, no debe variar a nuestra limpieza habitual aunque bien es cierto que tendremos que hacer hincapié en algunos puntos. ¡Te lo explicamos!
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Hogarmania, 15 de abril de 2015
Ambiente
La limpieza de primavera, en realidad, no debe variar a nuestra limpieza habitual aunque bien es cierto que tendremos que hacer hincapié en algunos puntos. ¡Te lo explicamos!
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Hogarmania, 15 de abril de 2015
La limpieza de primavera es una limpieza a fondo de toda la casa y supone un esfuerzo considerable, así que el mejor consejo que te podemos dar para limpiar la casa es que tengas antes una planificación e intentes dividirlo por días y personas. Nosotros, por ejemplo, no nos olvidamos nunca de utilizar el planificador semanal para dividirnos las tareas en casa, aunque también podéis ver nuestra infografía en la que os explicamos cómo limpiar toda la casa en un día.
Lo cierto es que, la limpieza de primavera es sinónimo de renovación. Por ello, tenemos que aprovechar los cambios de armarios para deshacernos de todo aquello que no vayamos a utilizar o que no hayamos utilizadodurante el último año. Así que cuando estemos ordenando el armario haremos tres separaciones: aquello que queramos guardar, aquello que queremos donar o vender y aquello que queremos reciclar o tirar.
En primavera proliferan las alergias, así que debemos poner especial hincapié en mantener nuestra casa libre de polvo y ácaros. Así que tendremos que pasar la aspiradora con regularidad, lavar la ropa a alta temperatura y no olvidarnos de los sofás, cojines y demás tapicerías. Por ejemplo, podemos utilizar unas fundas para el colchón y las almohadas a prueba de alérgenos. Una ventilación adecuada y mantener la casa fresca y seca, por ejemplo con la ayuda de un deshumidificador, harán el resto.
El truco para evitar grandes limpiezas es ir repartiendo las tareas a lo largo del año. Si bien es cierto que con la llegada de la primavera y el buen tiempo podemos aprovechar a limpiar estancias que no utilizamos en invierno, como las terrazas y jardines, o el garaje. Además, al coincidir con el cambio de armario, tendremos que lavar y guardar la ropa de cama de invierno, como edredones nórdicos y mantas; los abrigos que ya no utilicemos, etc. También aprovecharemos para guardar, siempre tras asegurarnos de que están impolutos, materiales de deporte de invierno como los esquíes o las tablas de snowboard.