¿Alguna vez has barrido las huellas de barro o eres de los que limpian el polvo desde abajo? Al limpiar solemos cometer errores. A continuación te contamos los más comunes.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Hogarmania, 26 de enero de 2018
Cocinas y baños
¿Alguna vez has barrido las huellas de barro o eres de los que limpian el polvo desde abajo? Al limpiar solemos cometer errores. A continuación te contamos los más comunes.
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Hogarmania, 26 de enero de 2018
Cuando nos ponemos a limpiar podemos cometer errores que, sin darnos cuenta, hacen que malgastemos tiempo y dinero. Además, algunos de ellos pueden tener desenlaces fatales para nuestra casa como rayones en la madera o manchas permanentes.
Cuando tenemos la mala suerte de derramar algo sobre el suelo no siempre tenemos que ir como locos a por la fregona. Cuando se trata de comida, aceite o restos pegajosos será mejor que dejes la fregona a un lado. Lo primero que tienes que hacer es utilizar el papel de la cocina para absorber la mayor cantidad de líquido posible y retirar los restos. Ahora llega el momento de identificar la mancha: si es aceite, utiliza un lavavajillas sobre la superficie, mejor si lo aplicas con un estropajo y luego pasas la bayeta. Después podrás fregar como de costumbre.
Aunque sea lo más cómodo no siempre es una buena opción. Cuando limpiamos la cristalería o la mampara del baño es mejor que invirtamos dos minutos más en secar la superficie con un trapo de microfibras, de esos que no dejan pelusas. Lo último que queremos es que, después de limpiar, se queden las marcas de los productos que hemos utilizado.
Es cierto que esto, muchas veces, más que un error suele ser una necesidad. No siempre es el mejor momento para limpiar o poner una lavadora. Si lavamos la ropa cuando hace sol o corre el viento, y sobre todo no hay previsiones de lluvia, nuestra ropa se secará antes y nos ahorraremos usar la secadora. Otra limpieza que debemos planificar es la de los cristales. Si limpiamos los cristales cuando hace mucho sol pueden quedar marcas de productos al secarse demasiado rápido. Otro error común a la hora de limpiar los cristales es utilizar un limpiacristales cuando están muy sucios. ¿Solución? Pasa primero un trapo húmedo con jabón del lavavajillas y quita la suciedad del cristal y el marco.
Aunque pensemos que la escoba es la solución para todo, no es así. En algunas ocasiones, como con las manchas de barro, es mejor utilizar directamente la aspiradora. ¿Por qué? Evitaremos rayar el suelo de madera al barrer, por ejemplo, si arrastramos alguna piedra o material duro.
Si eres de los que no prestas atención cuando limpia el polvo es probable que no te des cuenta de que al limpiar de abajo a arriba se vuelve a acumular el polvo sobre la superficie que estábamos limpiando. Es importante seguir una metodología a la hora de limpiar el polvo de casa. Recuerda: mejor de arriba a abajo.
Otro de los errores más comunes, sobre todo de los que se acaban de independizar, es cargar la lavadora a tope. Pero no solo llenar la lavadora con mucha ropa es un problema, también lo es utilizar demasiado jabón. Si hay demasiada ropa, la capacidad de agua de la lavadora no es suficiente y no llega a lavarse bien todo. ¿Manchas blancas? Te has pasado con el jabón. La solución es muy sencilla: deja espacio dentro de la lavadora para que la ropa circule y sigue las medidas de detergente del fabricante.
Para terminar, otro error que solemos cometer es pensar que todos los productos que utilizamos son desinfectantes. En la cocina o en el baño es mejor que te hagas con un producto antibacterias que desinfecte la superficie. ¿Lo ideal? Comprobar las etiquetas de los productos de limpieza porque no es oro todo lo que reluce, o en nuestro caso no desinfecta todo lo que limpia.