Asistir a un cotillón de Navidad

En la fiesta de Nochevieja seguro que lo pasaremos genial. Aunque de todas formas, no está de más asegurarnos de que el cotillón de Navidad al que asistimos cumple con lo prometido en la publicidad y las normas de seguridad. Es aconsejable tener en cuenta varios factores para que nadie nos amargue la fiesta. Entre ellos...

Vigila que cumpla el aforo

Esta es una noche en la que la gente acude en masa a discotecas, pubs y locales y si estos no cumplen la normativa en cuanto a aforo esto se podría traducir en un grave accidente. El local deberá contar con salidas de emergencia suficientes y accesibles, extintores y aseos suficientes y en buenas condiciones para el aforo.

Cuidado con las fiestas ilegales...

Los locales en los que se celebren cotillones deben contar con una licencia especial que otorgan los ayuntamientos y comunidades autónomas para celebrar este tipo de fiestas. En algunas ocasiones los organizaciones no poseen esta licencia por lo que estarán celebrando fiestas ilegales.

... y la publicidad engañosa

El cliente acude al cotillón de Nochevieja atraído por lo que el local ha ofertado en la publicidad y por ello tiene que pagar una cierta cantidad de dinero que va desde 40 o 50 euros hasta cientos de euros. No hace falta decir que hay cotillones para todos los gustos y bolsillos. Pues bien, si se nos ha ofertado algo en concreto ese algo tiene que cumplirse. De lo contrario los usuarios podrán "exigir la devolución de la totalidad o una parte del precio de las entradas" tal y como afirma Facua.

Es recomendable tener una copia de la publicidad del cotillón de Navidad para posibles reclamaciones. No podemos aceptar que las bebidas se acaben a las pocas horas del inicio de la fiesta; que el servicio de guardarropa se cobre a parte o carezca de vigilancia; que el desayuno ofertado no esté accesible para la mayoría y sobre todo que se hayan vendido más entradas de lo pactado y el local se masifique.

Recuerda que asistes a un cotillón de Navidad para disfrutar, se responsable, respetuoso y, si es necesario, reclama tus derechos.