Acostumbrarte a hacer la cama cada mañana, poco después de levantarte. Solo requiere un par de minutos, si excluimos el rato de airearla, por lo que refrescarás el lecho y contribuirás a deshacerte de los ácaros del polvo y de las escamas de piel muerta que han caído durante la noche.
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Hogarmania, 3 de junio de 2013