Libérate del desorden del papeleo

Como con cualquier desorden, la culpa la tiene la postergación de la toma de decisiones. Es divertido echar un vistazo al correo del día en la mesa de la cocina pero, si lo dejas allí, más adelante detrás que volver a clasificarlo. Tienes que decidir qué haces con cada papel la primera vez que lo tienes en las manos. Pregúntate si hay que pagarlo, contestar o archivar y deposítalo en la carpeta adecuada de tu estantería giratoria. La operación inmediata de selección y almacenamiento corta de raíz el desorden de los papeles.

¿Lo conservo o lo tiro?

Los expertos en eficacia de despacho aseguran que la regla del 20-80 sigue viva entre los archivadores. Sólo necesitamos el 20 % del papeleo que depositamos en cualquier sistema de archivo, ya que el 80% restante no vuelve a mirarse, consultarse ni leerse.

Cuando incorpores papeleo a los archivos domésticos piensa en la regla del 20-80 para reducir el desorden en el archivador. Empéñate en limitar el contenido del archivador a ese 20% importante y descarta todo aquello que no volverás a necesitar.

El correo de cada día

Clasifícalo junto al cubo de reciclaje para deshacerte en el acto de catálogos, folletos y promociones que no te interesan. Por razones de seguridad, tritura o destruye solicitudes de tarjetas de crédito y financieras antes de reciclar.

Correo basura

Impide la entrada del correo basura y deposítalo directamente en el cubo. Si no puedes evitarlo, por ejemplo cuando llega con las facturas, centra el problema donde debe estar: quita la información que te identifica, devuélvelo a la compañía. Apoyarás al servicio de correo y desalentarás a los que envían correo basura.

Manuales y garantías

Las carpetas de anillas y un fajo de fundas transparentes ayudan a archivar y encontrar manuales y garantías de electrodomésticos. Hojea la carpeta una vez por año y quita el papeleo de artículos que ya no tienes.

Periódicos y revistas

Olvídate de dejar revistas abiertas o periódicos apilados sobre las mesas. Los cestos o las bandejas son un "desorden controlado" y muestran el material de lectura sin dar pie a que se apodere de la sala.

Recibos y resguardos

Cuando los gastos profesionales o la renta te obligan a guardar recibos, incorpora una carpeta colgante a la estantería. Tira los recibos del supermercado, la floristería y el taller de reparaciones en cuanto los recibas.