Aprende el mantenimiento de los sistemas de fontanería para evitar fugas de agua.
Bricomanía, 10 de julio de 2012
Seguridad
Aprende el mantenimiento de los sistemas de fontanería para evitar fugas de agua.
Bricomanía, 10 de julio de 2012
Para evitar sustos en lo que se refiere al sistema de fontanería de nuestros hogares, debemos de prestar atención a este y tomar una serie de medidas.
- Atención a los problemas. En el mundo de la fontanería, las pequeñas fugas pueden volverse grandes problemas. Presta antención a los indicios de avería inminente: grifos que gotean, armarios húmedos, inodoros que se mueven o neveras que pierden agua apuntan a problemas que requieren atención inmediata.
- Repara enseguida. El grifo que gotea no sólo es molesto, sino que la humedad desgasta los accesorios del fregadero y puede contribuir a la formación de moho. Líbrate de los problemas manteniendo la casa limpia y seca.
- Sé resolutivo. Si se produce un reventón, ¿Sabes interrumpir el flujo de agua? Cerciórate de que sabes dónde está la llave de paso general del agua. Tal vez se encuentre bajo el fregadero de la cocina, pero si está en un rincón oscuro o de difícil acceso debes tener una linterna a mano. Quizá compruebes que la llave de paso general del agua se encuentra fuera de la casa, en un armarito del jardín o junto a un sendero.
- Cortes parciales de agua. También tienes que saber contar el flujo de agua a pilas, lavabos, inodoros, lavadoras y otros electrodomésticos que usan agua, como la máquina de hielo de la nevera. Si fallan, conocer el emplazamiento de su llave de paso te ahorrará problemas... y el trabajo de recoger el agua.
- Aprende a abordar pequeños problemas. Con un puñado de herramientas y unos conocimientos mínimos, casi todos podemos afrontar pequeñas emergencias de fontanería. Si tu caja de herramientas incluye desatascador y llave inglesa, podrás resolver problemas como cañerías e inodoros atascados, llaves de paso que no abren y grifos que gotean.
Acondicionamiento de agua
En las zonas de aguas duras, los descalcificadores quitan del agua los minerales no desados. El agua descalcificada requiere menos jabón, impide la acumulación de minerales en las tuberías y alarga la vida de los sanitarios y los calentadores de agua,.
Debes realizar el mantenimiento adecuado. Casi todos los modelos de descalcificador emplean un método de intercambio de sales que depende de la provisión de granos o pepitas de sal. Si quieres obtener los mejores resultados usa el tipo de sal que el fabricante recomienda. Revisa periódicamente (una vez al mes) el depósito de sal para comprobar que los niveles son adecuados. La sal debe superar el nivel del agua. El "puente de sal" se produce cuando por encima del agua del depósito de sal se forma una corteza de sal; si ocurre, rómpela añadiendo agua caliente o quiébrala con el palo de la escoba.
Después de un tiempo es necesario regenerar o recargar el descalcificador, que expulsará montículos de partículas minerales extraídas del agua dura. Si tu unidad dispone de programa de regeneración automática, úsalo y dispondrás de agua blanda. Si requiere recargas manuales, cumple al pie de la letra los periodos que el fabricante recomienda.