La desconexión digital es uno de los derechos más básicos que tienen los trabajadores en España. Su regulación se específica en el artículo 20 bis en el Estatuto de los Trabajadores, por lo que debe ser respetado tanto por empleadores como por los trabajadores.
Sin embargo, tal y como adelantamos al principio, un porcentaje importante de la población admite que no hace uso de este derecho. Es más, incluso algunos empleadores se saltan la norma y realizan llamadas o envían emails a sus empleados fuera de la jornada laboral.
Debemos tener claro que el trabajo empieza y termina dentro de la oficina, fábrica o casa. Veamos en qué consiste el derecho a la desconexión digital.
¿Qué es la desconexión digital?
Partiendo de una definición más o menos consensuada, incluso a niveles institucionales de la propia Unión Europea, podemos dotar de contenido al derecho a la desconexión digital, señalando que el mismo consiste en la garantía de que los trabajadores no se vean forzados a realizar actividades o comunicaciones relacionadas con su actividad laboral, por medio de cualquier herramienta digital o tecnológica, sea de forma directa o indirecta, fuera de su jornada laboral.
En palabras sencillas, la desconexión digital es algo así como la posibilidad de desconectarse del trabajo sin que ello le pueda acarrear consecuencias negativas al trabajador.
Pues bien, este derecho garantiza y refuerza, de manera directa, el derecho que tiene un trabajador a su descanso, así como, de forma indirecta, otra serie de derechos conexos como los relativos al logro de una conciliación laboral, personal y familiar más plena y real.

La desconexión digital es un derecho que protege la salud física y mental de los trabajadores.
Regulación en España
En España el derecho a la desconexión digital se recoge, desde el año 2018, en el artículo 20 bis en el Estatuto de los Trabajadores que viene a reconocer, expresamente y entre otros derechos, el relativo a la desconexión digital.
Reflejo posterior del mismo lo encontramos en la relativamente reciente "Ley del Teletrabajo" que vino a expandir dicho derecho de desconexión digital a los supuestos de teletrabajo o trabajo a distancia, tan populares hoy en día, debido, sobre todo, a la crisis sanitaria que ha afrontando nuestra sociedad en los dos últimos años.
En este sentido, en España, nos podemos, incluso, felicitar por disponer de una normativa específica en esta materia que es plenamente aplicable a las relaciones laborales. En opinión de los expertos de Legálitas, se puede catalogar -incluso- como más favorable que la de otros países de nuestro entorno.
Objetivo de la desconexión digital
Tampoco debemos perder de vista la estrecha relación que la desconexión digital tiene con la necesaria conservación de la salud física y mental de los trabajadores. El disfrute pleno de los descansos laborales y, en especial, de las, tan ansiadas, vacaciones, contribuyen al mantenimiento de esa salud mental y física.
En esta línea, incluso, está científicamente demostrada la relación de causalidad entre determinadas muertes, consideradas legal y jurisprudencialmente como accidente de trabajo, con el hecho de incurrirse en riesgos añadidos en entornos de trabajo; entornos donde la presión laboral y las demandas que se imponen a determinados trabajadores son excesivas, viéndose ello, precisamente, agravado por las propias exigencias horarias ("conexión") de trabajo, al margen de lo humanamente razonable y, sin duda, lo legal.

El propio trabajador tiene que tener muy claro la diferencia entre tiempo de trabajo y tiempo particular (de uso privado).
Parece obvio que el manejo de elementos tecnológicos que permiten la ausencia física del trabajador en su puesto de trabajo y la existencia de una conexión, casi permanente, entre actividad laboral y empresa es, cada vez, algo más habitual en el mundo de las relaciones laborales.
No obstante, como se ha apuntado, ello podría ofrecer un reverso peligroso si no se utilizan dichas posibilidades y avances con la necesaria moderación, proporcionalidad y el respeto a las exigencias mínimas de legalidad y, más concretamente, de salud y conciliación laborales.
Es imprescindible hacer un esfuerzo para conjugar todos los elementos citados entre sí, pero sin permitir que se difuminen, sea consciente o inconscientemente, los límites estrictos entre el tiempo de trabajo y el que denominamos particular o privado. Todos debemos incidir en este sentido.
El descanso es salud tanto física como mental y entra de lleno en la obligación general de respeto que toda empresa tiene, desde el punto de vista de la protección del derecho a la salud de los trabajadores a su cargo.
Estamos, por tanto, ante un derecho de todos los trabajadores, incluidos los considerados "a distancia" y ello debe ser garantizado eficazmente por todos los empleadores y exigido por los trabajadores y sus representantes legales, haciéndose especial incidencia en los periodos de descanso estival, donde es esencial el compromiso de los empresarios de cara a limitar el uso de sus comunicaciones a través de la tecnología.

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Señales de estrés laboral
Ahora que sabemos que la desconexión digital es un derecho básico, es importante saber qué síntomas presentan los trabajadores que no desconectan digitalmente.
Un trabajador o trabajadora que no desconecta sufre de estrés de laboral. Estos son los síntomas:
- Trabaja aún cuando su jornada laboral ya ha terminado. Este es uno de los errores más frecuentes al teletrabajar.
- Tiene el constante pensamiento de que "no llega" o "no tiene tiempo" para ejercer correctamente sus funciones.
- Empieza el día cansado y le cuesta centrarse en sus labores diarias.
- Siente una presión fuerte en el pecho, así como palpitaciones y ansiedad.
- Tiene problemas para dormir y relajarse durante la noche.
- Se despierta sintiéndose cansada.
- Pospone y evita enfrentarse a las labores más sencillas de su trabajo.
- Tiene un pensamiento constante de terminar el trabajo "cuanto antes".
Si presentas todos estos síntomas y estás sometido a una gran presión en tu trabajo, es muy posible que sufras de estrés laboral y no estés haciendo ejercicio de tu derecho a la desconexión digital.

Algunas empresas facilitan a sus trabajadores el acceso a actividades deportivas y de relajación para disminuir el riesgo el estrés laboral en sus empleados.
Claves para lograr el derecho a la desconexión digital
A continuación, te proporcionamos una serie de claves para que aprendas a desconectar de tu trabajo y hagas ejercicio de este derecho:
- Te recomendamos dedicar parte de tu día a cubrir necesidades no laborales. Por ejemplo, es muy importante realizar actividades físicas, sociales, alimenticias y dedicarles el tiempo que les corresponde.
- Autoimponerte límites. Esta bien sacarse a sí mismo el máximo partido, pero esto no debe afectarte negativamente. Si no puedes hacer una cosa hoy, podrás organizarla mañana. Y, si necesitas ayuda, pídela.
- Fija unas rutinas y horarios claros. Aún más importante, ¡respétalas a rajatabla! Incluso teletrabajando debes cumplir tus horarios de descanso que te corresponde por ley.
- Si teletrabajas, destina un espacio exclusivo de tu hogar al espacio de trabajo. Puede ser una habitación individual, un escritorio alejado de la habitación, etc.
- Evita los sentimientos de culpa o fracaso. Sentir que no llegas a todo no es malo si tienes una carga excesiva de trabajo. Todo lo contrario, es un motivo para planificar y para pedir ayuda a tus superiores o hacerles saber de que necesitas ayuda en una labor. Con esto no solo no serás más eficiente, sino que te ganarás el respeto de tus superiores.