Ahorrar en ADSL es fácil si se siguen tres reglas básicas:
- conocer nuestro propio consumo mensual
- conocer cuántos dispositivos tenemos en casa conectables vía WiFi
- conocer el mercado para saber qué ofertas son mejores.
Como en todo lo que se refiere a ahorro, conocernos un poco mejor ayuda a conseguir una relación entre producto y precio que sea perfecta para nuestro bolsillo. A continuación vamos a ver unas claves para sacar el máximo partido a nuestra conexión ADSL encontrando la mejor solución para el compromiso entre precio y prestaciones, es decir, cómo saber qué conexión nos vendrá mejor y por el mínimo precio posible, de modo que no despilfarremos el dinero en cuotas de productos que no podemos aprovechar.
Lo primero es que no contrates ninguna conexión de alta velocidad si es imposible recibir una buena señal en tu domicilio. La distancia entre la central telefónica y tu hogar es la clave para saber si una compañía puede ofrecerte una conexión rápida o no. Si se trata de ADSL tradicional, 3 km de distancia puede significar recibir un 40% de la señal original, con suerte. Si se trata de fibra óptica la cosa cambia porque la señal no se ve afectada por la distancia.
Muchos 'megas' en la oferta no significa que tengas una mejor conexión
Sobre esto hay que tener en cuenta que no siempre es mejor una tarifa con muchos 'megas', ya que lo realmente importante es la calidad de la señal: que nuestro router sincronice a una velocidad lo más cercana posible a la contratada, que no suframos excesivas interferencias y que no suframos cortes de línea frecuentemente. A veces nos dejamos tentar por una conexión de más de 10 Mbps, pero en realidad no le vamos a sacar ningún partido extra. ¿Por qué?
La razón depende, como ya anticipé antes, de nuestro uso de la línea ADSL. Si vivimos solos y conectamos uno o dos dispositivos a la red WiFi, si no exprimimos la conexión con descargas masivas de ficheros, música en streaming y vídeo conferencias, si no solemos jugar a juegos online y, sobre todo, si no hacemos varias de estas cosas simultáneamente, una conexión "pobre" de 10 Mbps, o incluso de 6 Mbps, nos van a dar un servicio excepcional.
Esto es porque cuando nos conectamos a un servidor para ver una página web, para conversar por chat o para descargarnos un fichero no estamos aprovechando todos los 10 Mbps de velocidad de descarga. Es decir, por verlo de otra manera, podemos imaginarnos la conexión de ADSL como un gran tubo por el que caben pequeñas descargas simultáneas. Podemos descargarnos dos ficheros a 100 kbps y a la vez navegar y tener streaming de música que no se nos tiene que ralentizar la conexión.
La cosa se complica cuando conectamos dos o más Smartphone, una Tablet o un ordenador portátil y todos a la vez empiezan a descargar información, ficheros, streaming,... entonces sí que tenemos problemas porque seguramente de esos 10 Mbps iniciales nos quede poco ya para repartir.
En ese escenario podemos pensar que ahorramos manteniendo una conexión de 10 Mbps, pero nos quedaremos cortos en servicio. Es el momento de buscar una opción mejor, y dependiendo, de nuevo, de la distancia a la central y las opciones disponibles, puedes valorar una conexión ADSL2+ (más sensible a la distancia y las interferencias), una conexión por cable, o una conexión de fibra óptica, la más fiable, la que menos interferencias sufre y la que más velocidades nominales puede dar en la actualidad. Eso sí, hay que pagar un precio por ello.
Esteban Viso, analista de iAhorro.com