Para obtener las semillas del ricino, deberemos coger las cápsulas y sacar de su interior las semillas que suelen ser de un color oscuro, y de un tamaño bastante grande.
Generalmente el ricino común suele ser de hoja verde, pero hay variedades de color rojo o granate intenso muy parecido al negro. La forma de las hojas es muy bonita, ya que son palmeadas.