Cultivar pimientos en una maceta es muy sencillo.
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Hogarmania, 8 de marzo de 2022
Huerta
Cultivar pimientos en una maceta es muy sencillo.
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Hogarmania, 8 de marzo de 2022
Planta usada: Pimientos
Orientación: A pleno sol
Temperatura: Mínima 0ºC
Plantación: A finales de invierno o principios de verano
Cosecha: De finales de verano a principios de otoño
Tamaño del recipiente: 30 centímetros
Sustrato: Universal
Abono: Fertilizante líquido para tomatera
No todos son iguales. Los tienes verdes, amarillos, naranjas.... o de un sabor suave, como las variedades más dulces. Los pimientos son preciados por sus frutos brillantes, como gemas, que aparecen en muchos colores: rojo, verde, amarillo, naranja, marrón y morado.
Aunque puedes cultivarlos a solas en macetas, no son muy atractivos hasta que dan frutos, por lo que puedes combinarlos en una cesta o un tiesto con otras plantas y hierbas. Entre las compañías más adecuadas están las petunias, las violetas, el lotus berthelotti y la albahaca.
Compra pimientos jóvenes en primavera y cultívalos a partir de semillas en el interior a finales de invierno. Sus semillas germinan con facilidad y deberás trasplantarlas a tiestos mayores varias veces antes de que estén preparadas para plantarlas en el exterior a finales de primavera.
Cuando las plantas sean de unos 20cm, o antes de que empiecen a inclinarse, apóyalas en una caña. Corta las puntas de los brotes cuando alcancen los 30cm para estimular la formación de tallos con frutos. Los pimientos estarán maduros a mediados de verano y puedes recolectarlos con un cuchillo afilado o unas tijeras de podar. Recoge algunos frutos para que la planta dedique su energía a producir más.
Para obtener una buena cosecha, riega las plantas regularmente, máxime si hace calor, y abónalas cada dos semanas con un fertilizante líquido para tomatera. Empieza a abonarla cuando aparezcan las primeras flores, que suele ocurrir cuando está aún en el interior resguardadas de las heladas, y sigue haciéndolo hasta que recoja los últimos frutos.
Llena una maceta de 7.5 cm con un compuesto de semillas de buena calidad y siémbralas en la superficie. Cúbrelas con una capa fina de vermiculita y coloca la maceta en un propagador de calor. Tras la germinación de las semillas, lleva el tiesto a un alféizar.