En esta ocasión, os mostramos la segunda parte de la creación de un jardín con estanque. ¡Os van a cada uno de sus rincones!
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Jardín
En esta ocasión, os mostramos la segunda parte de la creación de un jardín con estanque. ¡Os van a cada uno de sus rincones!
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Este jardín está situado en un valle boscoso del norte de España y contiene dos estanques, uno superior, que analizamos anteriormente aquí y, otro inferior, del que hablaremos a continuación.
Se trata de un jardín con muy poco césped. Se ha usado de forma casi exclusiva para delimitar las zonas de paso mientras que, el resto del espacio, se ha llenado con arbustos y plantas vivaces.
Por ejemplo, se ha aprovechado el aporte estético de las gramíneas, plantas que necesitan algo de humedad y que sorprenderán a finales de verano, con unas inflorescencias en forma de espiga que captan la luz de forma única.
En otoño e invierno se quedan completamente pajizas pero, tras la poda, vuelven a brotar.
Junto a las gramíneas vemos una planta que destaca por su porte y su floración en forma de trompeta alargada y blanca: es la planta del tabaco silvestre.
Características del tabaco silvestre
El tabaco silvestre desarrolla unas hojas grandes de un color verde precioso que son pegajosas. Suele ser conveniente realizar un corte para activar las ramificaciones laterales y, así, inducir a la planta a que genere más tallos florales.
El estanque, rodeado de vegetación palustre, se puede utilizar como piscina natural sin ningún peligro para nuestra piel. Así, podremos observar de cerca de los nenúfares y las carpas.
En la parte trasera del estanque, tenemos dos tipos de árboles de porte llorón. Se trata de unas hayas lloronas y los cerezos que forman una cortina vegetal que permite fusionar el paisaje colindante en el jardín.
También, se ha creado un puente con una tarima donde se han situado las hamacas que nos permitirán disfrutar de las vistas del estanque.
Alrededor del estanque se ha creado una masa vegetal de bambú de follaje interesante, el pseudosasa japónica.
Cuando se construye un estanque, tenemos que prestar especial atención a los bordes para evitar que se vea el plástico o PVC. En esta ocasión, un cotoneaster sirve de bordura para uno de los laterales.
En contraste con el orden del cotoneaster, se encuentran las grandes hojas casi esféricas de planta acuática Peltiphyllum peltatum, y algunas flores silvestres que crecen de forma espontánea.
El análisis de este jardín con estanque ha sido inspirador y nos ha servido para aprender a disfrutar de los espacios naturales. ¡Ya solo nos falta ponerlo en práctica! (Y un poco de espacio, claro).
Aunque no es fácil aprender a diseñar un jardín en poco tiempo, os damos las pautas básicas para hacerlo. ¡No os lo perdáis!