En esta tarea de jardinería de Jardinatis, vamos a analizar la belleza estética de un parterre de plantas de flor blanca y cómo se transforma con la llegada del otoño.
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Jardín
En esta tarea de jardinería de Jardinatis, vamos a analizar la belleza estética de un parterre de plantas de flor blanca y cómo se transforma con la llegada del otoño.
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Al estar ya en pleno otoño, la floración de esta zona de jardín blanco prácticamente ha desaparecido.
A pesar de que las flores han desaparecido, podemos ver cómo sigue manteniendo un interés estético. Y es que, podemos encontrar elementos vegetales que destacan aunque no sean las flores.
Comenzamos por una gramínea que tenemos en primer plano y que genera un efecto pajizo. Se trata de la Deschampsia cespitosa goldtau. A mediados de verano, muestra una floración en espiga de un verde lima espectacular y, llegado el otoño, adquiere unos tonos pajizos que van a perdurar durante todo el invierno.
A finales de invierno, será necesario cortar esas ramas para que generen nuevos brotes. Durante la época invernal, la escarcha posada sobre esta gramínea genera un efecto espectacular.
Como flor de temporada que hay que introducir en interior para evitar que muera por las heladas, podemos encontrar la Euphorbia Diamond Frost, planta de la que ya hemos hablado en otras ocasiones. Destaca por sus pequeñas flores que dan un efecto etéreo a las composiciones.
Las gauras, que han estado en plena floración durante el verano, ya están perdiendo sus flores.
En cuanto a la parte posterior de este jardín blanco en otoño, destaca como elemento central el color de las hojas de un cornus florida, un arbusto con unas floraciones blancas espectaculares en primavera, pero que, ahora en otoño, cambia la coloración de sus hojas a tonos rojizos.
También llaman la atención, por decorativas, las flores secas de las hortensias paniculatas, variedad de hortensias que necesita sol para florecer.
Son preciosas cuando están blancas, en plena floración y, una vez secas, también aportan belleza al jardín.
Como telón de fondo podemos ver distintas gramíneas como el arundo donax variegata, que supera los 5 metros de altura, y el miscanthus cabaret, también matizado en blanco.
Un fondo blanquecino para que destaquen las distintas tonalidades grises y flores blancas que florecieron durante el verano. Aunque en estos momentos han desaparecido, todavía podemos disfrutar de este jardín precioso en otoño.