Os contamos cómo fue nuestra visita al jardín Chihuahua, un jardín que cuenta con una amplia variedad de cactus. No os lo perdáis, ¡os va a encantar!
Jardinatis, 23 de julio de 2020
Jardín
Os contamos cómo fue nuestra visita al jardín Chihuahua, un jardín que cuenta con una amplia variedad de cactus. No os lo perdáis, ¡os va a encantar!
Jardinatis, 23 de julio de 2020
La visita la comenzamos viendo una Opuntia Robusta que nuestro anfitrión consiguió en Extremadura. La opuntia tiene forma de corazón y puede conseguir una altura importante.
Este jardín de cactus está ubicado en un parking municipal de Oiartzun que, curiosamente, es una zona de mucha humedad y lluvias.
La idea surgió de una forma singular y es que nuestro anfitrión Jokin se quedó sin espacio en casa para albergar sus cactus. "Tenía una colección de cactus y como se hacían grandes, decidí traer aquí dos o tres". La cosa fue creciendo y en la actualidad Jokin tiene cerca de 120 variedades en el jardín Chihuahua.
Muchas plantas son donaciones de vecinos y otras pertenecen a la colección particular de Jokin, por lo que, más que dinero, este jardín lleva una gran cantidad de tiempo. Además, Los cactus y las plantas crasas se reproducen muy fácilmente por esquejes.
En invierno, para preservarlo, Jokin tiene que hacer unos mini-invernaderos para protegerlas del granizo, ya que si es muy fuerte pueden pudrir las plantas.
En la visita nos hemos encontrado con uno asiento de la suegra espectacular. Lo que cuelga del muro se llama Sedum Morganianum o Echinocactus Grusonii, una planta de México con crecimiento hacia abajo. También hemos visto un grupo de echeverias con cactus o una mammillaria entre otras.
Vimos uno de los ejemplares que más le gustan a Jokin, el Echinocactus Texensis quecon espinas ganchudas pueden hacer un desgarro importante a quien se caiga en ellas.
También vimos por ahí una composición apretada con un bonito juego de colores y un Pachyphytum Oviferum, cuyas hojas tienen forma de huevo.
Para finalizar, Jokin nos enseña una flor curiosa, que es la flor de la Stapelia Variegata. Tiene un color dorado y con la gravilla queda bien mimetizada. Su peculiaridad es que huele a carne podrida porque es una flor que le gusta ser polinizada. En su país de origen la secan, la barnizan y después las usan para hacer broches.
Estos jardines suponen un acto de colonizar un espacio público con plantas increíble que, además, favorece la creación de una cultura más sensible en torno al mundo de las plantas.