Vamos a ver los cuidados del brezo, una de las plantas más fáciles de cuidar cuando no se quiere renunciar a ellas durante los meses más fríos y no hay tiempo para estar plantando, protegiendo y podando.
Hogarmania, 7 de diciembre de 2016
Plantas
Vamos a ver los cuidados del brezo, una de las plantas más fáciles de cuidar cuando no se quiere renunciar a ellas durante los meses más fríos y no hay tiempo para estar plantando, protegiendo y podando.
Hogarmania, 7 de diciembre de 2016
El brezo es un arbusto perenne que crece en los bosques con mucha facilidad. Da espesor y sirve de alimento y cobijo a los animales. Esta espacie de arbusto perenne y de pequeño tamaño ofrece diversas formas, generalmente compactas. El origen del nombre “Calluna” proviene de la palabra griega que significa “barrer, porque la planta se usaba antiguamente para hacer escobas. Es natural de Europa, norte de África y América y se adapta muy bien a terrenos estériles y ácidos como turberas y landas.
El brezo alcanza los 50 cm de altura y tiene gran cantidad de ramas erguidas de color marrón rojizo. Sus hojas son muy numerosas y tiene flores pequeñas de color rosa púrpura que conforman un racimo. Para cultivar el brezo son necesarios espacios soleados y con poco agua. Es importante que al empezar y al finalizar la época de crecimiento de la planta se le añada un poco de abono orgánico. Hay que regarlo ocasionalmente y sólo en días que no haya heladas, siempre con aguas blandas, sin cal. Es importante que siempre esté húmedo, sobre todo durante su período de crecimiento.
Es destacable la calidad de la miel que se obtiene del néctar de las flores del brezo. Esta “miel de brezo” se utiliza a nivel industrial. Además es una de las 38 “Flores de Bach”, unos remedios naturales para las enfermedades físicas que tienen origen emocional. El brezo ayuda a prevenir las emociones de egocentrismo.