1. Tártago
El tártago o jatrofa (Jatropha podagrica) es una planta semi-desértica que prácticamente se podría asociar a las plantas crasas, aunque no lo es. Su tronco actúa como reserva de agua y se engrosa.
Es una planta caduca, en invierno pierde las hojas, pero en la temporada de crecimiento, durante la primavera y verano, salen unas hojas muy curiosas de gran tamaño y una flor realmente decorativa.
Se puede cultivar en interior teniendo en cuenta que va a necesitar mucha luz. En caso de tener que trasplantarla tendríamos que utilizar sustrato específico para cactus.
2. Nolina
La nolina es una planta más común. Tiene un tronco en forma de esfera que también actúa como reserva de agua. Esto nos indica que esta planta, al igual que la anterior, no necesita muchos riegos.
Como la pata de elefante, es originaria del desierto mexicano, donde crece creando ejemplares que supera el metro y medio de altura.
3. Beaucarnea
La beaucarnea es una planta muy elegante que proviene de Centroamérica, de zonas desérticas. A la hora de plantarla, tendremos que usar tiestos bajos y anchos, y proporcionarle un buen drenaje.
Para ello, podemos colocar una capa de arcilla expandida en el fondo del contenedor.
Necesita un lugar luminoso y riegos muy esporádicos, solo cuando el sustrato se empiece a secar. Durante el período de crecimiento, una vez al mes, incorporaremos en el agua de riego una dosis de abono específico para plantas de hoja verde.