Trasplantar un ciruelo en el huerto es una tarea sencilla, solo tenemos que tener en cuenta el espacio de separación entre unos árboles frutales y otros.
Hogarmania, 24 de marzo de 2014
Plantación y trasplantes
Trasplantar un ciruelo en el huerto es una tarea sencilla, solo tenemos que tener en cuenta el espacio de separación entre unos árboles frutales y otros.
Hogarmania, 24 de marzo de 2014
Tenemos preparado en el jardín un hoyo de plantación de unos 50 centímetros de profundidad, teniendo en cuenta que la distancia entre frutales debe ser de, al menos, cuatro metros. Sin embargo, esto depende del tipo de poda que le vayamos a dar al ciruelo. Normalmente, si quieres aprovechar la fruta no debes dejar crecer el tallo más de un metro o será difícil acceder a la fruta.
En el fondo del hoyo de plantación, recordamos que de 50 centímetros de profundidad por 60 centímetros de diámetro, vamos a añadir una buena capa de estiércol. Así, cuanta más materia orgánica tenga, mejores frutos obtendremos del ciruelo. Cuando coloquemos el árbol tenemos que colocarlo bien recto, por lo que podemos colocar una caña que sirva de tutor.
Incorporaremos la tierra, le daremos un buen riego, que mantendremos regular los primeros días e iremos espaciando poco a poco en el tiempo. Por último, quitaremos todos los chupones que van apareciendo por debajo del injerto y cubriremos con una capa de acolchado para protegerlo.
Los frutos de un ciruelo grande son difíciles de recolectar y de proteger del cerezo. Los árboles enanos modernos son mucho más prácticos y cobran forma de pequeñas pirámides, alminares o abanicos y cordones sujetos a una pared o una valla. Existen diferentes tipos de ciruelas, que varían tanto en color (del amarillo al azul morado) como sabor (del ácido al dulce y jugoso).