La desescalada ha supuesto muchos cambios en poco tiempo y nuestras mascotas también se han visto afectadas por cada fase. Por un lado, el confinamiento puede que les haya provocado problemas articulares y de visión a causa de una alimentación inadecuada y una reducción drástica de la actividad física.

Y por otro lado, la nueva normalidad les puede provocar pena y estrés por separarse de nuestro lado tras haber estado tanto tiempo juntos. Todos estos factores hacen que su envejecimiento sea más rápido.
Por ello es importante que retomemos las medidas de cuidado y salud. Si habéis notado cambios en el aspecto o comportamiento de vuestros peludos, no dudéis en tener en cuenta los siguientes consejos.

1.- Revisar si su alimentación está adaptada a su edad
Dependiendo de los años que tenga vuestra mascota, es posible que ciertos alimentos le puedan hacer engordar o que simplemente, no le ofrezcan todos los nutrientes que necesita. Si a esto le sumamos la inactividad que ha tenido durante el confinamiento, es posible que detectéis síntomas de envejecimiento.
Además, si su alimentación no se corresponde con su edad también puede que pierda masa muscular o sufra agarrotamientos a la hora de caminar. Estos suelen ser los más frecuentes y demuestran que nuestras mascotas empiezan a requerir cuidados más específicos. Por ello, es importante analizar qué alimentación es ideal para ellos y así ayudarles a preservar el sistema locomotor y contribuir a mantener una calidad de vida por más tiempo.

2.- Incluir proteínas en sus comidas
La elasticidad de las articulaciones y la masa muscular de nuestras mascotas se pueden ver deterioradas por la falta de ejercicio físico que ha sufrido durante el confinamiento. Por ello, necesitará una dieta baja en hidratos de carbono y rica en proteínas de origen animal. Además, le ayudará también a controlar los posibles cambios de peso que haya tenido.
Si queréis saber si la alimentación que le ofrecéis dispone de la cantidad óptima de proteínas que necesita, lo podéis consultar en la Calculadora de Proteínas de Virbac.

3.- Revisar su pelaje y piel para comprobar que tiene buena salud
Al igual que las personas, ellos también pueden sufrir estrés por los cambios de rutina durante la desescalada. Ésta se puede ver reflejada en el aspecto de su piel y pelo. Por esa razón, es importante que dediquemos unos minutos a la semana a evaluar si se producen cambios significativos en este sentido y acudir a nuestro veterinario de confianza en caso de tener alguna sospecha o duda.

4.- Retomar las visitas de control veterinario
Tal y como acabamos de comentar, es importante volver a hacer una visita al veterinario de nuestra mascota. De hecho, es recomendable realizarla al menos una vez al año. Él también ejerce como asesor nutricional y revisará más de cerca la salud de nuestros peludos, especialmente después de los meses de confinamiento. De esta forma, siempre nos ayudará a escoger las mejores opciones para sus necesidades.

5.- Prepararle para la nueva normalidad
La nueva normalidad supone una vuelta a la rutina en donde nosotros vamos al trabajo y nuestras mascotas se quedan solas en casa. Esto les puede resultar muy duro a causa de haber pasado tantas horas con nuestra compañía durante el confinamiento.

Por ello, desde Veterinary HPM, nos aconsejan que debemos tener paciencia y reenseñarlo a estar solo, especialmente si es un perro. Así evitaremos la temida ansiedad por separación y sus efectos en el comportamiento y convivencia.
