Esta raza de gato es originaria de la zona oriental de Rusia, concretamente de Siberia, de ahí su nombre. Como resultado del cruce entre gatos rusos domésticos (o europeos) con felinos salvajes de los bosques siberianos (felis silvestris), nació el primer ejemplar de esta raza, considerados en un principio como "gatos callejeros". Apasionados de estos gatos decidieron establecer criaderos con el objetivo de domesticarlos, actividad que se ha llevado a cabo desde hace más de 200 años.
De constitución fuerte y robusta, los machos pueden llegar a pesar de 6 a 10 kg, mientras que el peso de las hembras oscila entre los 3,5 y 7 kg, con lo que la diferencia entre uno y otro sexo es evidente.
Sus características físicas están adaptadas a las duras condiciones climáticas con las que ha tenido que convivir. De hecho, ha sido gracias a su abundante pelaje por lo que ha podido subsistir durante muchos años, aguantando temperaturas cercanas a los 30º bajo cero.
El color es parecido al del tigre, con colores que van desde el gris al marrón, apreciándose dibujos lineales a lo largo de todo el cuerpo. Se les conoce con el nombre de Neva-Mascarade a los ejemplares color-point (con el mismo patrón de colores que los gatos siameses).
Los músculos son potentes y muy desarrollados, lo que le confiere una gran agilidad y un poderoso salto, cualidades propias de un excelente cazador.
La cabeza es ancha, de forma triangular y con los contornos redondeados; las orejas son abiertas, anchas y con la punta redondeada; los ojos son redondos, grandes, separados y de un color que varía entre el amarillo y el verde.