El primer contacto que tienen es el saludo con el caballo para quitar el miedo que a veces tienen. Una vez que toman contacto con el caballo, se montan y comienza la terapia.Destacar que la terapia equina tiene efectos muy positivos en el desarrollo cotidiano de los pacientes.
Una vez que Santiago ha paseado en caballo, pasa a realizar actividades de aseo, manutención y limpieza de caballos.Además, el cepillado beneficia la coordinación y la capacidad psicomotora.
La sola presencia del caballo, la percepción de su tamaño, el calor de su cuerpo y la marcha produce unos estímulos muy positivos en pacientes con discapacidad. La terapia se realiza dándoles de comer, cepillándolos, dándoles paseos bien en tierra o montándolos. Así, los pacientes mejoran su tono muscular, el equilibrio, su percepción y su relación con el entorno así como su sociabilidad y comunicación interpersonal.
Como ya hemos podido comprobar, son caballos que curan, su disposición a ayudar a los humanos y su buen carácter les convierte en perfectos terapeutas para pacientes con discapacidad.