Consejos para alimentar correctamente una iguana

Las iguanas tienen dos filas de dientes (una superior y otra inferior) de pequeño tamaño, que utilizan para partir un trozo de comida y tragarlo después sin masticarlo. Por lo tanto, para facilitarle el trabajo y asegurarnos de que ingiere correctamente los alimentos, éstos deben estar cortados en trozos pequeños y un poco templados, la comida muy fría o caliente puede quitarle el apetito. Es esencial que el alimento sea fresco y que la iguana disponga en todo momento de agua fresca.

La iguana debe alimentarse a diario y varias veces al día. Una buena opción es habituarla a comer a la misma hora todos los días para que mantenga una rutina, ya que se trata de un animal de costumbres. También podemos dejar comida fresca a su disposición durante todo el día para que sea ella quien decida cuándo quiere comer. Lo mejor es que coma sobre todo durante la mañana, para que le de tiempo a digerir bien la comida.

Por otra parte, además de una buena dieta, hay otros factores que influyen notablemente en la alimentación de la iguana: la temperatura y la exposición solar. Cuando la iguana se expone a los rayos UVB que emite el sol produce vitamina D3, necesaria para absorber el calcio aportado por los alimentos. Además, después de comer, necesita una buena ración de calor (25-30 ºC) para digerir correctamente el alimento.

Sin embargo, en la mayoría de los casos la iguana no tiene la oportunidad de exponerse directamente a los rayos del sol todos los días, por lo que debemos asegurarnos de equipar su terrario con una iluminación adecuada que cumpla con esas funciones.

Si observamos que la iguana no come, debemos consultar con el veterinario, ya que puede ser síntoma de algún problema grave.