La base para mantener el orden dentro de la comunidad está en establecer una posición en la jerarquía diaria. Para ello, las reglas y los límites son muy importantes, sobre todo en los animales que viven en manada. Sin este orden jerárquico, vivirían en un continuo descontrol. A la hora de educar a tu perro es necesario establecer un orden en la manada, donde cada uno tiene su puesto natural.
Para saber qué lugar ocupa cada miembro de la manada nos fijamos en el genotipo del carácter. La madre naturaleza crea esta diversidad de caracteres para que los patrones de comportamiento sean diferentes y poder mantener un equilibrio.
Cómo poner reglas a tu perro
Cada especie, no sólo los canidos, tiene su manera de aprender los códigos jerárquicos desde su inteligencia adaptativa. Es decir, desde cachorros van aprendiendo los límites de sus acciones para poder actuar en consecuencia, y esto se graba automáticamente en sus cerebros. Estos límites los pone el líder de la manada, que en este caso será el humano.
Esto es muy importante de recordar, porque cuando nuestro perro no recibe órdenes claras se estresa y lo sufre. Es por esta razón que debemos ser firmes con los límites que le ponemos y no debemos dar cada día una orden distinta. Si has aprendido cómo educar a tu perro para que no muerda, no se lo debes permitir nunca, porque basta que lo hagas una vez para que el animal se confunda.
Los cachorros prueban quién es cada miembro de la manada para aprender a retener sus impulsos. El genotipo de carácter determina su voluntad e insistencia, porque pueden llegar a ser muy insistentes si tienen un carácter más fuerte.
No sólo aprenden con los límites que les ponemos, también lo hacen por imitación, con las neuronas espejo. Su objetivo es evitar conflictos innecesarios, por eso terminan haciendo caso a las reglas que se les ponen. Así entienden el equilibrio de la vida, el juego no es solamente un juego, si no que es el entrenamiento e identificación de los estatutos futuros. Cuanto antes te estabilices, más posibilidades tendrás de vivir en armonía con tu perro.
Por qué mi perro no me hace caso
¿Alguna vez te has preguntado por qué tu perro no hace caso cuando le sueltas? Los conflictos con los perros sólo tienen una explicación: la desestructuración del orden jerárquico natural del animal cuando comparte su vida con nosotros. Es decir, cuando un perro no tiene claro quién es el líder. Esto no significa que debamos ser unos tiranos, el líder de la manada debe ser protector.
El líder es el referente, el que guía el camino y mantiene el orden en el grupo. Por eso, es importante que mantenga la compostura en todo momento. Tiene que ser directo con los límites que fija y no mostrar inseguridades. Esto nos puede evitar muchos conflictos, y es que no hace falta la pelea si tenemos determinación.
Nunca debemos ver al líder como el malo, es la figura que tiene la iniciativa y es un pilar fundamental en la educación de un perro.
Cuando hablamos del genotipo de carácter del animal nos referimos a su personalidad. Hay perros más dominantes y otros más sumisos, y el perfil más complicado y con el que más debemos trabajar es con el inseguro dominante. Esa inseguridad le puede llevar incluso a morder.
En Borja Capponi Academy aprender a ser el humano protector y a que tu perro confíe en ti.

Para aprender a educar a tu perro primero debes formar una unidad, y después podrás soltarle. Una vez tu perro confía en ti y te ve como un líder puedes soltarle con libertad, porque tu propia energía le atrae y no necesitarás ordenarle que vuelva a donde ti. Eres como un imán para él, llevan en su naturaleza seguir al líder.
Un erros que se comete muy a menudo es pensar que el perro es humano, y esperar respuestas humanas de él. Esto sólo crea una profunda confusión en el animal y frustración en nosotros al no conseguir que nos haga caso. La mejor forma de entender a tu perro y saber cómo piensa es conocer su lenguaje corporal. ¿Quieres saber cómo hacer que tu perro te haga caso? Entiende su cerebro primitivo. Es imprescindible entenderle para proporcionarle equilibrio.
Si tu perro te nota inseguro empieza a sentir la desprotección de la manada. Están continuamente detectando hormonas, por eso, es importante respetar su naturaleza y dejarlo olfatear. Necesita conocer la química de su entorno y experimentar el mundo a su manera, es decir, a través de su olfato y su oído. La vista debe quedar en un segundo plano. Esto está muy bien explicado en el artículo sobre el anclaje de los ojos.
Cuando interpretamos su comportamiento a nuestra imagen y semejanza cometemos un error. Estamos hablando de un depredador, que no se nos olvide. Incluso un bichón maltés sigue siendo un canido con una mente primitiva.
Errores al educar a un perro
A día de hoy se ven muchos perros humanizados, y es que seguimos pensando que tienen pensamientos abstractos parecidos a los nuestros. No piensan de la misma manera que nosotros porque no son animales racionales. Lo que nos confunde y nos hace gracia porque parece como si nos entendieran a la perfección es su respuesta cognitiva condicionada.
La mejor manera de enseñar a tu perro a obedecer es mostrarle que eres el líder.
Son animales y no debemos desnaturalizarlos, no podemos convertirlos en robots que hagan todo lo que ordenemos al momento. Lo que debemos hacer como humanos es concentrarnos en tener une energía sin inseguridad y sin nerviosismo, algo natural, que el perro nos sienta fuertes. Él nos necesita fuertes, por eso, cuando no confía en nosotros siente nuestra debilidad y puede llegar incluso a mordernos por inseguridad.
Todo se basa en aprender a controlar la cabeza. Por esta razón, un perro es un puente para encontrar el equilibrio en uno mismo, porque nos ayuda a ser estables y determinantes cuando lo necesitamos. Aprendemos a encontrar nuestra tranquilidad vital y, de esta manera, nuestro perro nos seguirá al fin del mundo.
