¿Tu perro tiene estrés? Puede que no estés cubriendo sus necesidades básicas. Aprende cómo reducir el estrés del perro.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Hogarmania, 18 de agosto de 2022
Educación
¿Tu perro tiene estrés? Puede que no estés cubriendo sus necesidades básicas. Aprende cómo reducir el estrés del perro.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Hogarmania, 18 de agosto de 2022
El estrés del perro puede estar asociado tanto a experiencias positivas como negativas, por ejemplo, activación o alegría del perro cuando llegas a casa, juego activo con otros perros, ejercicio físico intenso o prolongado, exceso de ruido en el ambiente, malas experiencias con otros perros, castigos o correcciones por parte del guía...
Un estrés puntual y de intensidad moderada no tiene por qué ser siempre perjudicial. Cuando los niveles de estrés son excesivos o reiterados se desencadenan alteraciones fisiológicas, emocionales y de conducta, tales como ansiedad, depresión, huida, agresividad... Muchas veces perros con conductas problemáticas son víctimas de una mala gestión del estrés, lo que desencadena comportamientos reactivos. Un tratamiento de reducción de estrés mejorará su calidad de vida, llegando a desaparecer en gran medida los episodios de reactividad.
Signos o evidencias de que el estrés del perro ha comenzado a ser un problema son: gruñir cuando alguien se acerca a tocarlo, pérdida de apetito, bostezos y jadeos, pérdida de pelo, diarrea, vómitos, lamerse compulsivamente, estornudos, pupilas dilatadas, lloriqueos, vocalización excesiva, patas sudorosas, rascarse, disminución de la actividad, problemas en la piel o miedos irracionales. Estos signos no deben tomarse de manera individual, sino verlos en conjunto con otras señales que el perro nos está enviando, para llegar a un diagnóstico y correcta terapia de reducción.
1. Respetar el espacio del perro en casa y facilitar espacios activos de exploración en la calle.
2. Entender que las conductas desadaptadas suelen ser fruto de necesidades básicas no cubiertas (salud, sueño, nutrición, calma, seguridad, juego, vínculo...).
3. Conocer el lenguaje corporal del perro para reconocer cuándo está incómodo y ayudar a subsanar la situación.
4. Evitar las situaciones conflictivas y ser su refugio seguro en situaciones en las que el perro te necesite.
5. Cuidar nuestro lenguaje corporal y facial para no intimidar al perro.
6. Dar mayor libertad al perro en la toma de decisiones a la hora de elegir por dónde quiere olfatear durante su paseo, explorar por diversas zonas o tener más alternativas para elegir sus lugares en casa, reducir el número de señales de obediencia en el paseo... Un exceso de control por nuestra parte sobre lo que hace o no puede hacer suele generar estrés al perro, ¡y a nosotros mismos!
7. Manejar nuestras emociones para no contagiar al perro nuestros nervios, enfados, estrés... Al contrario, acaríciale suave y seguro que te ayudará a relajarte. Los masajes también le gustan y le relajan.
8. Cuidar el vínculo con tu perro: vuestra relación se deteriora si hay gritos, castigos, correcciones constantes... Un trato respetuoso y amable le ayudará. Aquí te enseñamos cómo acariciar a un perro sin causarle ansiedad para mejorar tu relación con él.
9. Buscar actividades en las que ambos podáis participar y disfrutar como correr o paseos por monte y playa.
Éstas son las pautas para reducir el estrés en perros que nos dan los educadores caninos Enrique Solís y Eliseo Rodríguez en el libro "Entiende a tu perro. Educación canina en positivo" (Editorial Oberon).
Lealcan, educación canina en positivo
* Enrique Solís. Socio fundador de la Asociación Española de Educadores Caninos en Positivo (AEECP) y Presidente de la Asociación LealCan de integración canina.
* Eliseo Rodríguez. Socio fundador de la AEECP y coordinador del Área Formativa LealCan.