A menudo se habla sobre que los perros huelen el miedo o lo detectan de alguna forma. Es cierto, los perros son capaces de detectar nuestras emociones por las sustancias que segrega nuestro cerebro y nuestro cuerpo, ya que estas son perceptibles por su olfato.
Lo que puede ser determinante en el ataque de un perro es el miedo. Los perros huelen el miedo y lo sienten como una debilidad.
¿Un perro muerde a su dueño?
Para empezar a entender la relación que tenemos con nuestros canes, debemos conocer su carácter. Hay diferentes genotipos de carácter, existen perros más sumisos y otros más dominantes. Tanto unos como otros pueden querer atacar. No es lo mismo un ataque de un pomerania que de un pitbull, pero la mente es la misma, y si el perro ataca es por algo.

Todo depende del carácter del humano, el del perro y de la combinación de ambos. Existen 3 combinaciones:
- Perro dominante y dueño dominante.
- Perro sumiso y dueño dominante.
- Perro dominante y dueño sumiso.
Nosotros debemos ser líderes y tener el control de la situación. Un perro nunca nos va a morder si somos determinantes y nos sentimos con la fuerza mental como para mandar. Nuestros amigos peludos necesitan seguir al líder de la manada, y, si no lo encuentran, ellos serán líderes. Este tipo de situaciones son las que llevan a que tu perro muerda o tenga comportamientos agresivos.
¿Por qué muerden los perros?

Para entender la mente de los perros debemos saber que se trata de una mente primitiva. Es un depredador, un cazador, por eso tiene la vista y las orejas como las tiene. Si no, sería una presa, tiene los ojos delante porque es cazador. Para que ellos entiendan que tú tienes la iniciativa tendrás que aprender a ser el líder.
Es muy importante la socialización. Hay que entender a los perros desde que entran en casa, porque sino cuando alcanzan la madurez sexual empiezan los problemas de conducta. Ellos pueden seguir su instinto en cualquier momento. El instinto de caza de morder puede surgir de repente.
Los perros pueden detectar tu determinación a través de tu pensamiento. Por eso, no solo debes entender la mente de tu perro, sino también la tuya, para controlar lo que proyectas en tu mascota.
Tu perro muerde a consecuencia de algo. El ataque es un recurso del animal que puede surgir por territorialidad, por ejemplo (se apoderan de nuestras prendas, de juguetes, de objetos de la casa, incluso de lugares como el sofá o la cama).
Si entendemos bien a nuestro perro le podemos enseñar que debe confiar en nosotros y no puede responder de determinadas maneras. Deben entender que no vas a quitarles su territorio. A veces, comen con ansia como si fuera su última comida. Puede que hayan tenido experiencias en el pasado que les hagan comportarse así. Por eso, tu responsabilidad como humano es hacerle ver que no tiene que defender su comida ante ti, porque no se la vas a quitar.
¿Te ha pasado alguna vez que estás dándole cariño a tu perro y te muerde? No está loco, puede que en ese momento se haya sentido amenazado o que no hayas respetado sus límites, entonces, su respuesta es la agresividad. Por esto es tan importante entender el lenguaje corporal de los perros. Debemos fijarnos en la posición de sus orejas, si la boca esta abierta o cerrada, las pupilas, la postura corporal, la cola...

Debemos saber imponernos en estos momentos con determinación, y sin pena. Porque la pena la perciben como debilidad. La clave principal para todo esto es la imposición de reglas y límites, si no, aprenderá que mordiendo y gruñendo consigue lo que quiere.
¿Qué hacer si te ataca un perro?
Si crees que no puedes detectar cuando un perro te va a morder debes conocer su lenguaje corporal.
Es importante no correr, porque el perro nos alcanzará y nos detecta como presa cuando huimos. Debemos fijarnos en su lenguaje corporal e interpretarlo. En todo momento debemos tener el teléfono cerca por si pudiera pasar algo grave.
A modo de distracción, si encontramos pequeñas piedritas en el suelo podríamos lanzárselas, para distraerlo, nunca para dañarlo.
Si corres o el perro ve que tienes miedo atacará, por eso, debemos tomar el control de la situación. Podrías hacer sonidos fuertes y graves al mismo tiempo que das palmadas y abres los brazos. Esa expresión corporal hará que el perro retroceda.
Los perros no soportan la debilidad excesiva, por eso, al detectar debilidad en ti, se va a crecer. Les sale la depredación.
Dado que los perros no pueden razonar y nosotros sí, es nuestra responsabilidad aprender sobre ellos y su lenguaje corporal.
Como nos indica el adiestrador Borja Capponi: si quieres a tu perro, aprende lo que piensa, no esperes a los problemas de conductas.
Si estas teniendo problemas de conducta con tu perro o simplemente buscas información, puedes ponerte en contacto con Borja Capponi aquí.