Es importante comprender a nuestro perro y tener en
cuenta que cada uno tiene su carácter y personalidad. ¿Hasta qué
punto conoces a tu perro? ¿Sabes cómo se siente, si está enfadado,
triste o algo le atemoriza?
Siempre existe un motivo para explicar el
mal comportamiento de nuestros perros, para evitar problemas de
convivencia es importante educarlo desde cachorro. Un
adiestrador canino nos da unas pautas básicas de disciplina desde que el perro llega a casa para evitar conductas inadecuadas y que aprenda a convivir con otros perros y
personas. Un perro adiestrado y rehabilitado más obediente y
respetuoso que
disfruta más.
Los perros no son un juguete pero son muchos los dueños inexpertos y poco concienciados recurren al abandono de mascotas por no saber dar solución al problema en caso de malas conductas en su perro. Cuando se introduce en casa el dueño no
tiene lo suficientemente claro cómo se debe actuar con un cachorro. Los
primeros meses pueden ser los más complicados porque establecen las
bases de su conducta, si lo hacemos bien desde el principio será más
fácil evitar problemas de adulto.
- Establecer una jerarquía. Es
necesario que el perro sepa quién manda. Los perros son gregarios y
viven en manada por eso necesitan un líder natural al que seguir.
- Definir una rutina de normas y respetarlas.
Dentro de casa tenemos que tener unas pautas claras y no salirnos de
esa línea. El perro debe haber un horario regular para salir, comer y dormir,
establecer un lugar determinado para la comida y bebida…
- El animal debe depender del dueño…y no a la inversa.
Cuando el cachorro empieza a salir a la calle hay que llevarle a un
parque solitario y tranquilo para que no tenga distracciones, le
soltaremos la correa y empezaremos a andar en círculo para ir creando
ese apego y dependencia del cachorro hacia nosotros y no al revés. El
perro nos empezará a seguir premiando esa actitud siempre que se acerque
hacia nosotros. Luego podremos ir en línea recta, cuando nos adelanta
darnos la vuelta…Un ejercicio para hacer poco a poco, nunca más de 5-10
minutos, por ejemplo el primer día darle solo una vuelta, el tercer día
2-3 vueltas…
Casos de perros con problemas de conducta
- Perro con síndrome de ansiedad por separación. Un que que ladre
exageradamente al marcharse los dueños de casa puede tener suponer un problema con los vecinos. En casos extremos en los que no pueda dejarse solo hay collares anti ladridos que pueden conseguir que el perro llegue a entender que puede estar solo callado sin ladrar, encontrando su alivio y
tranquilidad.
- Perro dominante
que dirige a sus amos. Una persona con buena voluntad que acude a una
protectora para coger a un perro puede encontrarse con problemas de
conducta del animal que se encuentra desubicado al cambiar de dueño y no tener unas pautas o referencia de disciplina. Desde el momento
en el que entra en casa un animal de recogida es muy importante marcar
unas normas, objetivos dentro de casa y fuera en la calle, y seguir después con un entrenamiento progresivo para que se vayan acostumbrando perro y dueño a su nueva convivencia. Una disciplina aplicada
desde el principio le dará la tranquilidad que necesita el perro, con
paciencia y tiempo será como si siempre le hubiésemos tenido en casa.