Entrenamiento de perros anti-pirómanos

Ni máquinas, ni sensores ni reactivos, ¡perros! Su privilegiado olfato les permiten descubrir acelerantes de incendios en dosis tan bajas que ni las máquinas los detectan y, gracias a ellos, los pirómanos que provocan incendios lo tienen mucho más difícil. Policías nacionales nos explican en qué consiste su trabajo con perros antipirómanos al acudir a lugares de incendio para detectar las causas de origen y si han sido provocados o no.

Una especialidad que se les enseña a detectar sustancias acelerantes que se usan para provocar incendios, normalmente gasolina, gasoil, queroseno, alcoholes o cualquier sustancia que facilita la propagación del fuego. Gracias al olfato y actuación de los perros anti-pirómanos es posible detener al culpable. Cuando un perro se señaliza, se coge una muestra para llevarla a analizar al laboratorio de policía científica donde se analiza y dan resultado de la sustancia que el perro ha detectado. Hasta hoy, han tenido un 100% de aciertos en las muestras presentadas a la policía científica.

Con entrenamientos de búsqueda por olores y premio de juegos se consigue que los perros aprendan a detectar los acelerantes de incendios. Cuando el policía ordena "marca" el perro señalice el lugar exacto para tomar la muestra detectada. Cuando un perro marca siempre se busca la confirmación de un segundo perro.