Convertir la vacuna antirrábica en una obligación es algo que llevan reclamando los veterinarios durante mucho tiempo. Hasta ahora, los dueños de los peludos sólo estaban obligados a administrarla cuando fueran a viajar. En el caso de los gatos y hurones, la normativa se mantiene y la vacunación solo será obligatoria en el caso de que éstos salgan a otro país de la Unión Europea.
Vacuna contra la rabia obligatoria
El creciente desplazamiento entre países europeos y la desaparición de las fronteras ha llevado al Gobierno Vasco a convertir esta vacuna en una obligación.
La rabia ocupa un lugar destacado, tanto por su distribución mundial, como por su gravedad clínica. Está considerada como una enfermedad reemergente a nivel mundial.
La frecuencia de la vacunación indica que la primera dosis se administrará entre los primeros 12 y 24 meses del animal. La vacunación se repetirá según las especificaciones técnicas de la última dosis administrada. Según la orden, con carácter previo a la vacunación, se realizará por quien vaya a proceder a la misma, una exploración clínica del animal, así como un control de la identificación.
Actualmente, la rabia está considerada como una enfermedad reemergente a nivel mundial, debido en parte a la aparición de nuevas variantes del virus y al aumento generalizado de movimientos de animales de compañía.
Los veterinarios siempre han defendido la vacunación contra la rabia obligatoria como «una medida imprescindible» ante un virus «muy virulento». Un perro puede ser portador del virus y no manifestar síntomas hasta meses después de haber sido infectado. En Hogarmania tenemos un artículo sobre la importancia de vacunar a tu peludo contra la rabia, ¡puedes leerlo aquí!
Los perros no vacunados que hubiesen estado en contacto con otro animal que resultase portador están condenados al sacrificio, y los mordidos o arañados que no hubieran desarrollado anticuerpos deben ser también sacrificados. El virus mata a una persona cada 9 minutos en el mundo, según la OMS.