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Dormir menos horas de las recomendadas o apuntarnos a una "dieta milagro" son dos de las cosas que debemos evitar a la hora de marcar los propósitos de año nuevo.
365 días llenos de nuevas oportunidades y retos para mejorar tanto nuestra salud física como mental. ¡Empieza el 2022 con buen pie!
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Hogarmania, 10 de enero de 2022
Empezar el año con decenas de nuevos retos en la lista de propósitos es un clásico. Atrás han quedado las comidas abundantes y celebraciones, ahora es momento de afrontar un nuevo año lleno de nuevas oportunidades.
365 días llenos de nuevas oportunidades, también de cambiar algunas cosas a las que no siempre prestamos atención y que son fundamentales para nuestra salud física y mental. ¡Tomad nota!
Perder peso es uno de los objetivos más habituales y al que no le falta un espacio en la lista de propósitos cuando empezamos un nuevo año. Conseguirlo requiere esfuerzo, constancia y dedicación, no hay fórmulas mágicas ni dietas milagro que valgan.
Por ello, si uno de tus propósitos de este año recién estrenado es perder esos kilos de más, olvídate de las dietas milagro.
Este tipo de regímenes prometen adelgazar rápido y sin esfuerzo en un tiempo reducir. Algo que tiene numerosas consecuencias negativas en la salud. Algunos de esos efectos negativos son la falta de nutrientes esenciales en el organismo y la posibilidad de sufrir el efecto yo-yo. Una buena opción es optar por una dieta desintoxicante, una manera saludable de ponernos en forma y olvidarnos de la grasa acumulada.
Dormir es un placer y al mismo tiempo una necesidad. A pesar de ello, sucede que en ocasiones decidimos sacrificar minutos y horas de sueño para alargar más el día y llegar a cumplir los objetivos diarios.
Algo que hacemos sin tener en cuenta que no dormir lo suficiente supone un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad. Pero, ¿cuántas horas debo dormir al día para estar saludable? Pues bien, la Organización Mundial de la Salud, también conocida como la OMS recomienda dormir entre 7 y 9 horas. Y tú, ¿cumples con la recomendación de la OMS?
El entusiasmo de empezar un nuevo año hace que, en numerosas ocasiones, pequemos de ser demasiado ambiciosos a la hora de definir nuestros nuevos objetivos.
Conocer nuestras limitaciones y valorar los posibles problemas o inconvenientes que pueden aparecer en el proceso es fundamental a la hora de marcarnos unos objetivos.
Está bien que haya cierto grado de optimismo y motivación en ese proceso de definición de nuevos retos, pero también debemos ser conscientes de que existe la posibilidad de, sea por el motivo que fuere, no lleguemos a cumplirlo, o al menos no de la manera en la que lo esperábamos.
Por ello, las metas deben ser realistas y también temporales. Es decir, que estén limitadas en un periodo de tiempo determinado.
La autocrítica es, tal y como define la Real Academia Española, un juicio crítico sobre obras o comportamientos propios. Un tipo de crítica patológica que, tal y como señalan los expertos, puede ser positiva pero que también puede llegar a perjudicarnos.
Para evitar que esto ocurra lo que vamos a hacer es echar por tierra esos pensamientos negativos que nos vienen a la cabeza cuando llevamos a cabo alguna acción. Tener cierto grado de inconformismo nos ayuda a crecer personal y profesionalmente, pero debemos conocer el límite para que la autoexigencia y autocrítica no echen por tierra nuestros objetivos. Confiar en uno mismo y trabajar por ello es la mejor de las opciones. Por lo que, ¡ve a por ello!
Cumplir cada uno de los objetivos de nuestra lista de propósitos del nuevo año nos supone un esfuerzo y una dedicación especial. Por lo tanto, si te acercas a cumplir alguno de ellos, celébralo.
Llegar a la meta es el resultado de horas de trabajo, y todo el mérito es tuyo, por lo que no les restes importancia y ¡ve a por el siguiente!