Este otoño-invierno no te prives de tu cucurucho de nutritivas castañas asadas. Te damos todos los consejos nutricionales y terapeúticos para que comas castañas a gusto.
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Dieta sana
Este otoño-invierno no te prives de tu cucurucho de nutritivas castañas asadas. Te damos todos los consejos nutricionales y terapeúticos para que comas castañas a gusto.
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Como dice el refrán noviembre es el "mes de batatas, castañas, bellotas y nueces". Lejos del mito de que las castañas engordan, el fruto del castaño es uno de los frutos secos con menos calorías ya que contiene incluso menos de la mitad de calorías que el resto. Destaca por su contenido rico en agua, minerales y vitaminas, una composición más parecida a los cereales que a los propios frutos secos.
Buenas para la hipertensión (excelente fuente de potasio y apenas contiene sodio), enfermedades cardíacas y problemas de riñón.
En mujeres lactantes y estados carenciales como anemia.
Precaución en estómagos delicados. Las castañas pueden causar hinchazón de vientre y flatulencias, especialmente si se consumen crudas. Para evitar molestias come poca cantidad (2-3 castañas como tentempié), mastica despacio y tómalas mejor asadas en el horno o al microondas.
En caso de afecciones intestinales o problemas digestivos se recomienda consumir harina de castaña, un producto con alta digestibilidad y alimento excelente en la dieta de ancianos con problemas de masticación o para las papillas infantiles.
Buen remedio en caso de diarrea por la presencia en su composición de taninos, sustancias con propiedades astringentes.
Las hojas del árbol del castaño se aprovechan para realizar infusiones, muy eficaces contra la tos convulsiva o tosferina, infección contagiosa de las vías respiratorias.