Tu cuerpo necesita entre 3 y 5 comidas al día. El aporte energético necesario varía en función de la persona, la edad y su ritmo de vida, de la actividad física y mental diaria. Así, un niño necesitará realizar más comidas que una persona mayor con menor desgaste energético.
La clave
No saltarse ninguna comida. Ante el ayuno prolongado el organismo se protege y tiende a engordar porque gasta más despacio la energía. Desayuna fuerte, come normal y cena ligero. El tentempié debe ser sano y poco calórico, con bajo contenido en azúcares, grasas o sal.

Ventajas
Repartir los alimentos en cinco comidas al día, en cantidades pequeñas y más frecuentes, ayuda al cuerpo a enfrentarse al día a día manteniendo los niveles de energía óptimos y evitando bajadas de glucosa durante la jornada. Evitarás el cansancio, el dolor de cabeza y la sensación de fatiga. Esta forma de comer facilita la digestión y regula la sensación de apetito para llegar con menos hambre a las comidas principales y evitar los "atracones".
Ejemplo:
A media mañana/tarde puedes tomar un pequeño tentempié de pan integral y pavo (sin grasa ni sal), un yogur desnatado o fruta (pieza entera o batido natural).