¿Se puede comer queso durante el embarazo?, ¿y embutido?. Estas y otras muchas preguntas son muy frecuentes. Te explicamos qué alimentos no deberías comer durante el embarazo y por qué.
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Hogarmania, 9 de septiembre de 2022
Dieta sana
¿Se puede comer queso durante el embarazo?, ¿y embutido?. Estas y otras muchas preguntas son muy frecuentes. Te explicamos qué alimentos no deberías comer durante el embarazo y por qué.
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Hogarmania, 9 de septiembre de 2022
Durante el embarazo, desciende la inmunidad por lo que la futura mamá es más susceptible a infecciones provocadas por ciertos alimentos. Esto puede afectar tanto a su salud como a la del bebé. Es por ello que se debe prestar mucha atención a la alimentación.
A continuación, te explicamos qué alimentos debes evitar durante el embarazo y cuáles tomar en menor proporción:
No es que haya una regla absoluta sobre los alimentos que puede o no tomar una embarazada, pero sí existen recomendaciones que ayudan a prevenir infecciones o problemas de salud que puedan afectar al bebé y a la madre.
La listeriosis o la taxoplasmosis, por ejemplo, son algunas enfermedades que se pueden adquirir a través de los alimentos. Para prevenirlas, es necesario adoptar buenos hábitos alimenticios, así como tomar ciertas precauciones.
Estos son los alimentos que debes evitar comer si estás embarazada:
La leche o los quesos sin pasteurizar, blancos o azules, pueden tener bacterias que afecten a la salud del bebé. Sin embargo, los quesos o lácteos pasteurizados pueden consumirse sin riesgo alguno. Esto es así porque el proceso de pasteurización mata las bacterias y organismos.
Pueden contagiar toxoplasmosis. Una de las pocas infecciones que atraviesan la placenta y pueden infectar al bebé, provocando malformaciones, abortos o partos prematuros.
Sí se pueden comer aquellas carnes o embutidos cocinados como el jamón cocido, la mortadela o la pechuga de pavo. Las altas temperaturas matan las bacterias. Otra opción, es congelar los embutidos a -20 grados, algo que sólo es posible con congeladores industriales.
Los huevos poco cocidos podrían estar contaminados con salmonella. Se trata de una infección que provoca diarrea y vómitos, puede llegar a durar varios días, te deja débil y deshidratada y, como consecuencia, podría dañar al bebé
La prohibición del consumo de pescado crudo durante el embarazo es para evitar el riesgo de intoxicaciones o infecciones producidas por los parásitos que podría tener el pescado crudo, como es el caso del anisakis.
El atún rojo o el pez espada son especies de pescado graso que pueden contener una dosis peligrosa de mercurio. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a las embarazadas consumir especies de pescado más pequeñas, como la sardina o pescados blancos.
Estos mismos pescados azules grandes no son alimentos recomendables durante la lactancia.
Este alimento, así como otros procedentes de este órgano, tienen un exceso de retinol (vitamina A) que podría dañar el bebé. Este problema no existe si se obtiene la vitamina A de vegetales ricos en betacaroteno, como las zanahorias o calabazas. De esta forma, los patés vegetales como el hummus sí serían totalmente seguros para la salud del bebé.
El té, el café o las bebidas energéticas tienen cafeína. Una sustancia excitante que pasa a la sangre y de ahí al bebé, lo que podría ocasionar problemas en el embarazo.
Este también pasa rápidamente a la sangre, llegando al bebé. El hígado del feto, aún en formación, no es capaz de metabolizar el alcohol. Es por ello, que puede ocasionar problemas en la gestación.
El tabaco contiene un sinfín de sustancias tóxicas y cancerígenas muy peligrosas para el bebé.
No es que sean alimentos prohibidos. Sin embargo, es recomendable reducir su consumo lo máximo posible. La sal aumenta la retención de líquidos y puede producir hipertensión. Por su parte, el consumo excesivo de azúcar o bollería trae consigo un mayor riesgo de aumento de peso durante el embarazo y poder llegar a sufrir diabetes gestacional.