Los campamentos de verano estimulan la responsabilidad de los pequeños a la vez que favorecen su autonomía, aprenden a convivir con otros niños y mejoran sus habilidades sociales. Nuestros hijos crean vínculos con el entorno natural y se conciencian de lo importante que es el respeto por todo aquello que les rodea.
Además, dependiendo del tipo de campamento que elijáis (porque esta es una decisión que debe tomar en conjunto toda la familia), desarrollará habilidades en el campo elegido: deporte, tecnología, idiomas, conocimientos de la naturaleza…
Cómo elegir un campamentos de verano para los niños
A la hora de elegir un campamento de verano debemos tener en cuenta una serie de puntos:
1. Esta decisión la tomamos entre todos. El mejor campamento de verano será el que más le guste a nuestros hijos y más nos contente a nosotros. A la hora de elegir el campamento tenemos que tener en cuenta lo que quieren y hacerles partícipes activos en la búsqueda y elección del campamento.
2. ¿Qué tipo de temática queremos para el campamento? Si la pasión de nuestras hijas e hijos es la tecnología y la ciencia, podemos optar por un campamento científico, si por el contrario adora los deportes, podemos acudir a un campus de fútbol.

Además, podemos tener en cuenta si el campamento es bilingüe y pueden practicar otros idiomas como el inglés, el alemán o el chino. En este apartado también tenemos que tener en cuenta si buscamos un campamento urbano, donde cada noche vuelven a casa a dormir, o de inmersión total.
3. ¿Cuánto tiempo durará el campamento? Normalmente los campamentos de inmersión total duran entre 7 y 15 días, aunque también hay algunos que duran tres semanas o un mes. Si es la primera vez que los pequeños acuden a un campamento, quizás sea mejor comenzar por pocos días.
4. ¿Qué tamaño tiene el campamento? Existen campamentos con más de cien niños y adolescentes revoloteando y otros más reducidos. Dependiendo de las habilidades sociales de nuestros hijos e hijas deberemos pensar en cual se encontrará más cómodo.

5. ¿Quién lo organiza? Es importante confiar en aquellos que se encargarán del cuidado de nuestros hijos durante su estancia en el campamento. Será más fácil con personas cercanas como los organizados por el colegio, ayuntamientos, asociaciones del barrio…
Busca referencias de los monitores y habla con otros padres que hayan tenido experiencia previa con la organización. Asegúrate que cumple la normativa: registro, titulación de los monitores, seguros, servicios sanitarios, medidas de seguridad…
6. ¿Qué menú tienen? ¿Se puede adaptar a necesidades específicas? Qué van a comer es una de las cuestiones que más preocupan a los padres y mucho más si necesitan alguna dieta especial: alergias, intolerancias o celiaquías. También es importante conocer cuáles son las pautas del comedor: si hay monitores vigilando que se coman todo o no, si se clasifican por edades…

7. Emergencias y medicamentos. Es importante conocer qué servicios de enfermería tienen, así como el plan de emergencia en caso de evacuación, accidente, etc. Además, si nuestros hijos e hijas deben tomar un medicamento asegurarse de que hay alguien que se los administra cada día.
8. Forma de contacto. Aunque lo mejor es no tener contacto directo con los niños mientras estén en el campamento, cada vez son más las organizaciones que permiten ver lo que hacen por redes sociales privadas e incluso mandan un boletín diario con vídeos o fotografías.

Para finalizar, recordar que a la hora de elegir el campamento es muy importante que el niño este totalmente de acuerdo con asistir al campamento y que, en ningún caso, debe ser un castigo. Tener en cuenta sus deseos será la mejor manera de garantizar que disfrute del campamento, se relaje y pase un buen tiempo.