20 consejos para que tu hijo coma bien, porque como bien sabemos, el momento de la comida o cena con los niños es uno de los más problemáticos a los que nos podemos enfrentar durante la crianza.
Hogarmania, 7 de diciembre de 2016
Niños
20 consejos para que tu hijo coma bien, porque como bien sabemos, el momento de la comida o cena con los niños es uno de los más problemáticos a los que nos podemos enfrentar durante la crianza.
Hogarmania, 7 de diciembre de 2016
Algunas veces las comidas en familia se hacen "cuesta arriba". Que si "esto no me gusta", que si "esto no quiero"... y lo que debería ser motivo de disfrute, pasa a ser un momento desagradable.
¿Cómo "sentarse" a la mesa con Educación emocional?
A veces nos sentamos a la mesa con la idea de que los niños tienen que comer una determinada cantidad que hemos calculado previamente. Esto tiende a generar unas expectativas, que si no se cumplen, pueden derivar en frustración y malestar ocasionando una respuesta poco adecuada para el bienestar emocional de los niños.
Recomendaciones para cuidar la alimentación de tu hijo con Educación emocional
1.- No obligues a comer
Ningún niño pasa hambre si tiene comida en el plato. Sin embargo, forzar a comer algo que no se desea, daña su bienestar emocional.
2.- Deja que se autorregule
No todos los días se tiene el mismo apetito ni todos los alimentos gustan igual. Los niños tienen la capacidad de saber cuándo quieren comer y cuándo no. No decidas por él. Dale la autonomía que merece.
3.- No ofrezcas alimentos alternativos
Plantea el menú diario de forma cerrada. Si el planteamiento inicial es ensalada y pescado, no ofrezcas otra cosa si consideras que la ingesta calórica ha sido insuficiente, porque estarás enviando el mensaje "si no como, me preparan otra cosa que me gusta más" y estarás reforzando que mantengan la actitud de no comer las opciones iniciales.
4.- No hagas diferencias
Si has pensado hacer garbanzos pero a tu hijo no le gustan, no saques garbanzos a todos y a tu hijo una tortilla, ya que eso perpetuará el problema. Presenta las comidas sin diferenciar a los comensales. Si piensas hacer tortilla y garbanzos, hazlo pero para todos.
5.-Evita repeticiones
Si sabes que un alimento no le gusta, no lo pongas dos veces seguidas. Dale un respiro y espácialo en el tiempo. Ofrecer para cenar las lentejas que no ha comido daña su bienestar emocional.
6.- Actitud positiva
Aprovecha las comidas familiares para hablar, para dialogar, para compartir, para disfrutar. No menciones cómo o cuánto come tu hijo. Déjale que afronte las comidas con naturalidad y de forma relajada, que no se sienta juzgado.
7.- No le des poder
Si tu hijo percibe que el modo en que se alimenta repercute en tu estado de ánimo, puede establecer una relación insana con la comida utilizando este espacio para "conseguir" una posición de poder. Simula que te es indiferente cuánto coma, pero no lo hagas explícito. Sustituye "me da igual lo que comas" por un lenguaje no verbal que le transmita lo mismo cuando le retires el plato hablando de otra cosa y "sin prestar atención" al contenido. No le des importancia a cuánto ha comido y no hables de ello con alguien si lo puede escuchar.
8.- No le riñas por tener criterio
Reñirle por no comer es algo que puede reforzar su conducta. Evita hablar de cómo come. Deja que se relaje, que no se sienta observado.
9.- Imitación
Los niños aprenden por imitación. Los padres somos modelos a observar cada día. Si verbalizas "que asco" o "no me gusta", no pretendas que ellos no lo hagan.
10.- Respeto al cocinero
Explícales que cuando algo no les agrade, se debe evitar decir "qué asco" -que muestra poco respeto hacia la persona que lo ha preparado- y que es más adecuado decir "no me gusta". Enséñales a decir gracias cuando se sirve comida en el plato -predica con el ejemplo- independientemente de si es su comida favorita o no.
11.- Responsabilidad
Deja que sea tu hijo quien sirva la comida -adáptalo a su edad- y quien calcule la cantidad que desea comer. Le hará sentir importante.
12.- No le castigues
Con la comida no se juega ni se negocia. No le dejes sin postre ni le castigues por no haber comido como a ti te gustaría.
13.- Déjale decidir alguna cosa
Si bien el menú debe ser cerrado, el postre es algo que tu hijo puede decidir. Si le apetece una manzana, no hay razón para decirle que debe de comer una pera.
14.- Cantidad
Es preferible servir pequeñas cantidades y que se terminen -dando opción a repetir si es preciso- que servir grandes cantidades que quedarán en el plato y que pueden dar lugar a un sentimiento de fracaso.
15.- Motivación
Hay platos, vasos y cubiertos infantiles que pueden ayudar a que se siente a la mesa con una sonrisa.
16.- Colaboración
Invítales a que ayuden a poner la mesa. Es una buena forma de exponerles a los aromas culinarios, de abrir el apetito y de inculcar colaboración familiar en las tareas domésticas. Muéstrales la importancia de recoger en compañía después de comer, de ayudarse y de colaborar.
17.- Comunicación
Aprovecha estos momentos para contar cosas de tu trabajo, de tu día a día. Cuéntale tus cosas, pídele su opinión y te contará las suyas. La comunicación cuando es bidireccional, cuando hay escucha activa, repercute en su bienestar emocional.
18.- Evita distractores
No te ayudes de cuentos, de juguetes o de la televisión para que tu hijo coma. Son formas implícitas de forzar a hacer lo que no le apetece. La comida y la compañía tiene suficientes estímulos para que tu hijo tenga ganas de sentarse a la mesa. Si no es así, es que no tiene hambre para comer, pero puedes enseñarle -sin obligar- que aún sin apetito, se puede acompañar a los demás.
19.- Acompañar con palabras
Puedes utilizar un "qué rico está" o "cómo me gusta" si evitas la ironía o lo haces con un plato que tu hijo ha dicho abiertamente que no le gusta.
20.- Habituación
Hay niños que prueban enseguida comidas y sabores nuevos y otros a los que les cuesta dar ese paso. Respeta sus ritmos y piensa que hay comidas a las que se accede por imitación, por habituación o por exposición en el tiempo. No tardes en ofrecer alimentos nuevos. Siempre es más sencillo acostumbrarse a un sabor cuando la exposición ha sido "de toda la vida" que cuando lo pruebas por primera vez pasados unos años.
Crecer no siempre es fácil. Compartir tampoco. @educaemocio
Gracias a Izaskun Valencia autora del blog Educación Emocional por compartir con nosotros esta excelente información que ayudará a padres y madres.