El mito del hijo único

Los hijos únicos han estado durante años acompañados de una serie de estereotipos negativos que vinculan su imagen con el egoísmo, la ambición y la soledad.

Es habitual escuchar decir que los hijos únicos son personas consentidas, caprichosas y egoístas. El hecho de no tener hermanos no implica que el pequeño vaya a desarrollar actitudes asociadas a personas egoístas o caprichosas. Unas falsas creencias que se echan por tierra impartiendo una buena educación.

Es evidente que tener o no más hijos afecta en la educación que se imparte. Sin embargo, el hecho de no tener hermanos no implica que el pequeño vaya a desarrollar actitudes asociadas a personas egoístas o caprichosas.

Los expertos coinciden en que tener o no hermanos no influye en la personalidad o habilidades sociales y cognitivas de los hijos únicos. Teniendo en cuenta factores como la autonomía, madurez, nivel de cooperación y capacidad de liderazgo, los profesionales aseguran que no existen diferencias entre un hijo que se ha criado con o sin hermanos.

Cabe destacar que, según los expertos, la capacidad de adaptación y mayor motivación de los hijos únicos es mayor que quienes tienen hermanos.

Una de las cuestiones que se han planteado entorno a los hijos únicos es que el hecho de que no tengan que competir por la atención, el cariño y recursos de sus padres hace que se conviertan en personas que solo piensan en sí mismos. Una creencia que no se ajusta a la realidad. De hecho, los profesionales indican que la falta de competencia puede ser ventajoso para ellos. Desarrollar un mayor nivel de confianza y seguridad en sí mismos son los principales beneficios.

Consejos que debes tener presente si tienes un hijo único

• Evita la sobreprotección
• Enséñale la importancia de socializar y hacer amigos
• Aprende a decirle que no. Por mucho que te insista en que quiere algo no des el brazo a torcer. Tiene que aprender a que no siempre puede conseguir lo que quiere.

Unos consejos con los que echarás por tierra todas aquellas creencias negativas que rodean a los hijos únicos.