Por lo tanto somos los padres quienes tenemos que estar muy pendientes de si nuestros hijos comienzan a tener mocos y proceder a evitar esa excesiva secreción nasal, con lo que tendremos que extraerlos para que no se acumulen en la nariz o garganta y pueden producirse complicaciones.
¿Qué agentes ayudan al nacimiento y proliferación de los mocos?
Tanto en la edad adulta como en la infancia los mocos son causados en su gran mayoría por:
- Alergias: los niños alérgicos pueden padecer rinitis lo que conlleva que se produzcan estornudos y una mucosidad abundante. Picores, goteo y taponamiento nasal son algunos de los síntomas.
- Bacterias: una enfermedad como es la sinusitis bacteriana tiene como síntoma principal la generación de mocos.
- Llorar: los bebés al llorar expulsan agua por las glándulas lagrimales hasta que se desbordan con el que el exceso de agua provocado inunda los conductos nasales y generando una secreción nasal mayor.
- Frío: en épocas de frío el cuerpo está intentando calentar el aire con lo que se produce un aumento de la secreción nasal y los vasos sanguíneos se expanden provocando goteos.
- Virus: el catarro o resfriado común normalmente es acompañado por dos tipos de mocos; la flema que se genera en el sistema respiratorio y pulmones; y el clásico moco presente en las fosas nasales.

¿Y qué consecuencias tienen los mocos en el bebé?
Si la acumulación es excesiva en el sistema respiratorio o vías altas el simple resfriado común puede complicarse.
En el caso de que no le hagamos "limpiezas" de forma correcta corremos el riesgo de que nuestro bebé pueda sufrir trastornos como otitis, sinusitis, rinitis, bronquiolitis o conjuntivitis.
¿Cómo eliminamos los mocos?
El método más eficaz es utilizar agua de mar o suero fisiológico porque descongestiona la nariz de los más pequeños, elimina las bacterias de forma natural, posee una acción antialérgica y refuerza la inmunidad del cuerpo.
Lo conveniente es utilizar el denominado "aspirador" de mocos que podemos obtener en farmacias 1 o 2 veces al día, ya que si abusamos del mismo podríamos producir una irritación de las fosas nasales.