Llegan las navidades y con ellas los regalos para los más pequeños de la casa. Una imagen habitual es ver a los niños alrededor del Árbol de Navidad, donde los personajes navideños dejan sus presentes, abriendo paquetes de forma compulsiva. La sociedad de consumo de la que tanto hablan representada en una sola imagen.
Debemos saber, antes que nada, que esta tendencia al alza a la hora de celebrar las fiestas navideñas con regalos, regalos y más regalos puede llegar a ser contraproducente para nuestros hijos. Hay una cifra que dicta sentencia: muchos niños reciben en estas fechas 10 veces más regalos de los que necesitan. ¿Lo sabías?
Se ha dado a conocer el concepto de "Síndrome del Niño Hiperregalado". Consiste en el falso intento de los padres de compensar con juguetes el poco tiempo que pasan con sus hijos a lo largo del año. Un hecho que es peligroso para el buen desarrollo emocional de los más pequeños.
Y es un claro reflejo que demuestra el desconocimiento que tienen los padres sobre las necesidades y gustos de sus hijos, ya que a la hora de regalar predomina la cantidad a la calidad de los juguetes. No podemos comparar el cariño y atención que damos a nuestros hijos a lo largo del año con los regalos que les hacemos en Navidad.
Porque, recordemos, aunque pensemos que con tanto regalo estamos satisfaciendo los deseos que nuestros hijos, estamos equivocados, pues a medio y largo plazo sus emociones se verán, de una u otra forma, afectadas. Vemos las consecuencias del exceso de regalos en nuestro hijos.
Consecuencia del exceso de regalos
El exceso de juguetes, como bien hemos comentado previamente, tiene en los niños una serie de consecuencias que debemos tener en cuenta:
Pérdida de ilusión
Tanta cantidad de regalos puede hacer que el niño desarrolle una apatía total hacia los mismos. Está acostumbrado a recibir multitud de regalos, con lo que ha perdido la ilusión. Lo considera una obligación, lo ve como algo normal y ya no le hace ilusión.
Limita la fantasía
La creatividad se desarrolla con juguetes, por supuesto, pero también la limita. Porque también se puede dejar volar la imaginación jugando sin juguetes físicos practicando juegos al aire libre o desarrollando otras actividades creativas.
Pueden desarrollarse antivalores
Cuando se reciben muchos regalos los niños restan valor a lo que les puede haber costado a sus padres conseguir adquirir los mismos y desarrollan actitudes egoístas y consumistas que deberemos corregir.
Se produce una sobreestimulación
Si se reciben muchos regalos, no se disfruta de uno en particular. O puede suceder que se queden con uno y olviden el resto, algo que ocurre con más frecuencia de la que debería. No se puede jugar con todos los juguetes, con los que muchos quedan relegados u olvidados.
Bajo nivel de tolerancia a la frustración
Se genera una actitud egocéntrica y "tirana". Los niños no conocen el sacrificio que hay detrás de cada regalo porque tienen siempre lo que quieren o más de lo que necesitan o se merecen.
No aprenden a manejar los reveses que da la vida y la frustración, con lo que ello significa en el desarrollo emocional de los mismos.
La regla de los 4 regalos
Lo ideal, tal y como lo explican los expertos, es obsequiar a los niños con menos regalos, no privarles de ellos y que los aprovechen de una mejor forma y durante más tiempo.
Para ello surge la regla de los 4 regalos, una regla que consiste en obsequiarles con, como su nombre indica, 4 regalos basándonos en cuatro principios. La clave del éxito de esta regla es que los regalos han de ser útiles y deben de ser artículos que van a utilizar. ¡Las vemos!
- Un regalo relacionado con la lectura, por ejemplo un libro en papel o ebook.
- Un regalo que deseen por encima de los demás, el favorito o preferido, el que han pedido, el que les llene de ilusión y esperen con muchas ganas.
- Un regalo de cualquier tipo pero que realmente necesite.
- Un regalo que pueda usar, como zapatos, prendas de ropa, pijamas o cualquier tipo de accesorio.
La Navidad es una época en la que los niños tienen que disfrutar y aprender. Aprender a que no todo son regalos y premios físicos. Tiene que saber que muchos niños no pueden celebrar las fiestas navideñas y podemos animarles a que regalen juguetes que ya no utilicen, y estén en buen estado, a esos pequeños que no tienen tanta suerte.