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Alimentación complementaria: cómo introducir alimentos sólidos en la dieta del bebé

Una de las dudas más comunes de los padres primerizos es cuándo deben comenzar a introducir la alimentación complementaria. En esta etapa, el bebé comienza a comer alimentos sólidos y líquidos distintos de la leche materna.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda no atrasar más allá de los seis meses la introducción de alimentos como complementos a la leche. Pero, ¿cuál es la mejor forma de hacerlo?

Baby Led Weaning (BLW) o alimentación dirigida por el bebé

Durante muchos años, las papillas y los purés han sido los métodos estrella para introducir poco a poco diferentes alimentos en la alimentación de los bebés. Sin embargo, existe una forma mucho más natural y beneficiosa de hacerlo.

El método Baby Led Weaning (BLW) o “alimentación dirigida por el bebé", avalado por la Asociación Española de Pediatría (AEP), se basa en dejar que el bebé explore, experimente y se familiarice con la comida hasta que aprenda a comer por sí solo.

El bebé decide qué quiere comer y cuánta cantidad. Nos olvidamos de los purés, las cucharas y los platos. Los alimentos que le ofrezcamos deben ser sólidos y estar cortados en trozos grandes que el bebé pueda agarrar con las manos.

Poco a poco iremos introduciendo al bebé en las comidas familiares. Es importante adaptar los alimentos y apartárselos antes de añadir salsas, azúcares, etc. El bebé jugará con la comida, la estrujará y, experimentará con las formas y texturas. No debemos preocuparnos si, al principio, come muy poco o nada, pues los nutrientes que necesita los adquirirá a través de la leche materna. Esto es sólo un complemento.

Es importante que ellos mismos vayan marcando el ritmo a medida que experimenten y prueben distintos sabores y texturas. Lo ideal es comenzar con frutas y verduras con textura y sabor agradables que puedan agarrar ellos mismos, como el aguacate, brócoli, zanahoria, manzana, plátano...

Beneficios para el bebé

  • Los bebés aceptan con mayor facilidad y rapidez los alimentos, y sus menús son muy similares a los de los adultos. Experimentan con los sabores, texturas, colores, formas, etc.
  • Ellos mismos deciden qué y cuánto comer, a la vez que fomentan su propia autonomía.
  • Al comer los alimentos sólidos y por separado conocen las características y el sabor de cada uno de ellos, algo que no ocurre con las papillas y purés.
  • Según los estudios, los bebés que siguen este método aceptan más alimentos y llevan una alimentación más saludable en el futuro.

Alimentación complementaria: cómo introducir alimentos sólidos en la dieta del bebé