El corazón es el músculo más importante del cuerpo. Distribuye e impulsa la sangre hacia el resto del organismo, haciendo llegar el oxígeno y nutrientes que necesita. De ahí que también se le conozca como el motor del cuerpo. ¿Sabías que, según la Fundación Española del Corazón, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en el mundo?
En esta ocasión vamos a hablar del infarto, una enfermedad cardiovascular clasificada, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una cardiopatía coronaria.
El término infarto es la muerte de las células que se producen en el tejido de un órgano o músculo concreto a causa de la falta de aire y, a su vez, de oxígeno. Un término que se emplea para hacer alusión al infarto agudo de miocardio, también conocido como infarto de miocardio.

Un infarto de miocardio es, en resumidas cuentas, la necrosis o muerte de las células del corazón por falta de riego sanguíneo. Esto ocurre como consecuencia de la obstrucción de una arteria coronaria. Si la obstrucción es total hablamos de un infarto de miocardio, si no lo es, es una angina de pecho. Según señalan los profesionales sanitarios, se dan, en España, más de 120.000 infartos al año.
Síntomas del infarto de miocardio
- Dolor u opresión del pecho.
- Dificultad para respirar y sensación de falta de aire.
- Mareos.
- Debilidad y fatiga.
- Sudores fríos.
- Molestias en el abdomen.
- Náuseas.
- Malestar de estómago.
- Pulso acelerado o enlentecido.
Aunque, cabe destacar que, la señales que alertan de un infarto pueden no ser las mismas en hombres y en mujeres. Es decir, la sensación de falta de aire, las molestias en el abdomen, sudores fríos y náuseas son muy comunes en las mujeres.
Es importante tener en cuenta que en el infarto es habitual que se produzca una irradiación del dolor, en la mayor parte de las ocasiones hacia el cuello, la mandíbula y el brazo izquierdo, aunque a veces puede hacerlo a ambos brazos.
Pero los infartos se pueden evitar. Según la OMS, el 80% de los infartos de miocardio son prevenibles, por lo que es fundamental prestar especial atención a nuestra salud y tomar las medidas necesarias para tratar de evitar que nos ocurra.
Algunas de las recomendaciones de los profesionales sanitarios son la siguientes:
- Seguir una dieta sana y equilibrada.
- Hacer ejercicio de manera regular.

- Evitar el consumo de tabaco y alcohol.
- Controlar tu riesgo cardiovascular. Esto es, mídete la tensión arterial, los lípidos y el azúcar en sangre.
Desde Hogarmania te recomendamos que, para cualquier duda que te surja, no dudes en consultar a tu médico de cabecera o profesional especialista.