Descubre qué tipos de Enfermedades de Transmisión Sexual (bacterianas, parasitarias y virales) hay y los síntomas para detectarlas. Y no olvides que practicar sexo seguro es la mejor forma de prevenirlas.
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Prevención y cuidados
Descubre qué tipos de Enfermedades de Transmisión Sexual (bacterianas, parasitarias y virales) hay y los síntomas para detectarlas. Y no olvides que practicar sexo seguro es la mejor forma de prevenirlas.
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Las enfermedades de transmisión sexual están alcanzando una cifra sobrecogedora en toda Europa. Un problema causado por el desconocimiento, la falta de información e, incluso, la deficiencia de educación sexual que lleva a nuestra juventud a practicar el sexo sin protección.
Porque, el sexo sin utilizar ningún método anticonceptivo no solo puede traer como consecuencia un embarazo no deseado, sino que en muchos casos puede derivar en una enfermedad venérea que, en ocasiones, no es de fácil curación.
Las ETS se diferencias lugar en tres tipos: enfermedades bacterianas, parasitarias y virales. Entre las más comunes, encontramos las infecciones bacterianas como gonorrea o clamidia. Mientras las virales ocupan el segundo lugar, con la proliferación del Virus del Papiloma Humano, en los últimos años, o el Virus del Herpes genital.
Enfermedades venéreas bacterianas
Las enfermedades de transmisión sexual causadas por bacterias son las más comunes entre las venéreas. Un tipo de infección que se desarrolla por el contagio durante el coito, en el que se transfiere la bacteria de una persona a otra.
Debido a su fácil contagio y su escasa muestra de síntomas visibles o notables por el paciente, en un primer momento, este tipo de enfermedades se propagan de forma rápida, afectando a zonas tan diversas como como la vagina, la uretra, el cérvix, el recto, la boca e incluso garganta, mucosas y ojos, en algunos de los casos.
Entre las infecciones bacterianas podemos encontrar:
Aunque características por mostrar una sintomatología en cada caso, todas ellas comienzan manifestándose por síntomas tales como: aumento de secreción, dolor al orinar, picor o escozor genital o anal.
Causadas por un virus, son el tipo de ETS más difícil de tratar debido a la ineficiencia de los antibióticos para su completa cura, como ocurre en cualquier enfermedad de tipo viral. Aunque, si bien es cierto, existen tratamientos para evitar y aliviar sus síntomas hasta que apenas son perceptibles.
Al igual que cualquier enfermedad venérea, su contagio se da cuando una de persona está infectada y mantiene una relación sexual con otra, durante la que se comparten fluidos transmisores del virus.
Entre las enfermedades de transmisión sexual virales más comunes encontramos el Virus del Papiloma Humano, Herpes Genital o el VIH. Diferentes en su manifestación y síntomas.
En último lugar encontramos las infecciones causadas por parásitos. Un tipo de ETS cuyo contagio puede darse por el contacto sexual o, simplemente, estando en contacto con el área afectada, en este caso los genitales.
Desarrolladas por algún tipo de parásito que se aloja en los genitales, estos pequeños organismos no tienden a manifestarse hasta pasado un tiempo considerable de su supervivencia en nuestro organismo. De ahí la importancia de mantener una higiene y cuidado médico (acudiendo a ginecólogo o urólogo a menudo) para evitar posibles problemas secundarios en las funciones reproductivas.
Entre los principales tipos de ETS parasitarias podemos encontrar el Trichomonas Vaginalis, la sarna o los 'Cangrejos'. Todas ellas con síntomas similares, tales como picor, dolor o mayor secreción vaginal o uretral.
Aunque, siempre, el mejor tratamiento debe ser la prevención, ante la sospecha de estar infectados por una enfermedad de transmisión sexual debemos realizarnos un test para su confirmación.
En el caso de ser positivo, existen multitud de tratamientos indicados para este tipo de infecciones. Desde antibióticos de una sola toma para la gonorrea, hasta cremas para la ayuda a la desaparición de las verrugas genitales causadas por el VPH.
Una vez realizado el test y confirmada la ETS, deberá a comenzar el tratamiento recomendado para cada enfermedad venérea en cada caso. Bien acudiendo a su médico de cabecera o, si lo desea, adquiriéndolo online gracias al servicio de clínicas online de seguridad y discreción garantizada.