A pesar de ser un práctica cada vez más habitual desde la llegada de la covid-19, existe una razón de peso por la que debemos buscar alternativas a este gesto.
Hogarmania, 4 de octubre de 2021
Prevención y cuidados
A pesar de ser un práctica cada vez más habitual desde la llegada de la covid-19, existe una razón de peso por la que debemos buscar alternativas a este gesto.
Hogarmania, 4 de octubre de 2021
La pandemia de coronavirus ha alterado muchos de los hábitos de vida que la sociedad tenía interiorizados y que ponía en práctica hasta la llegada del virus.
Ha aumentado la tendencia a comprar por Internet, ha quedado atrás el acudir a los eventos multitudinarios sin tomar ningún tipo de medida de prevención y se ha fomentado, con fuerza, el turismo local.
Pero no solo eso, también la manera en la que socializamos. Si bien hasta la llevada del coronavirus teníamos la costumbre de, al encontrarnos con un familiar o amigo, nos acercábamos y le dábamos dos besos en la mejilla, lo cierto es que, por ahora, es algo que debemos dejar de lado.
Llevar la mascarilla puesta, lavar las manos con frecuencia y mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros son tres medidas fundamentales para evitar la propagación de la COVID-19.
El hecho de tener que mantener una distancia de seguridad de 1,5 metros ha dado lugar a la aparición de diferentes alternativas al saludo tradicional. Ha surgido el saludo mediante el choque de puños, de codos y hasta de pies.
Tres formas distintas de saludar a la otra persona que la Organización Mundial de la Salud no recomienda. La razón por la que la organización internacional desaconseja estas prácticas no es otra que la distancia de seguridad.
La alternativa que el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha propuesto es poner la mano en el corazón a un metro de distancia. Pero no te preocupes, si esta opción no termina de convencerte existen otras maneras de hacerlo.
Una de ellas es recurrir al saludo basado en el contacto visual, o lo que es lo mismo, sonreír con los ojos. Muy sencillo, ¿verdad?
Además, también hay quienes se posicionan a favor de implantar el "Namasté", un saludo de origen hindú que consiste en juntar las palmas de las manos a la altura del pecho e inclinarse hacia adelante. A este saludo también se le conoce como reverencia.
Y tú, ¿por cuál de las alternativas al saludo con el codo te has decantado?