Las personas que tienen varices suelen tener, además, pesadez de piernas, calambres e incluso dolores.
Hay plantas y remedios naturales que pueden ayudarte con estos
problemas. ¿Has recurrido a ellos en alguna ocasión?
Las varices son un problema de dilatación de una o varias venas, que pueden aparecer en cualquier lugar de la piel, por ejemplo, en la cara, que recibe el nombre de cuperosis, o en las piernas.
Pueden ser internas (no se ven pero duelen) o externas (se aprecian desde el exterior). Unas varices muy particulares son las que aparecen en el recto, parte final del tubo digestivo, y que se llaman hemorroides porque están las venas hemorroidales dilatadas.
Si quieres saber más sobre las varices, las causas que están detrás de su aparición y sobre los diferentes tratamientos, no te pierdas este artículo sobre "Varices: qué son, por qué salen y cómo tratarlas" elaborado por la Clínica Dermitek.
Una de las maneras de calmar los síntomas y molestias originadas por las varices es a través de la fitoterapia, es decir, de la utilización de productos de origen vegetal. Esta ofrece distintas plantas medicinales que contienen activos flebotónicos, compuestos naturales con actividad tonificante en venas y capilares, efectivos tanto para mejorar los síntomas como para frenar su evolución.
Entre estos compuestos destacan los taninos que mejoran la tonicidad de los capilares y los flavonoides que aumentan la resistencia de los capilares venosos disminuyendo su permeabilidad y mejorando su funcionamiento.
Pueden ser administrados en forma de gel o crema sobre las piernas mediante un ligero masaje ascendente o ingeridos en forma de preparados farmacéuticos como cápsulas o ampollas.
Plantas medicinales para varices y piernas cansadas
Vid roja
Planta rica en taninos y vitaminas A, B1, B5, B6 y C. Es un excelente tónico que protege y aumenta la resistencia de capilar y combate la insuficiencia venosa. Tonifica las venas mejorando la sensación de piernas cansadas, varices y circulación sanguínea.
Hamamelis
Es una de las plantas para la circulación con propiedades astringentes que detienen las hemorragias y es antiinflamatoria. Vasoconstrictor y tónico venoso que regula el movimiento de la sangre gracias a su contenido en taninos y flavonoides. Disminuye la fragilidad capilar.
Avellano
Aunque la parte más empleada, en la mayor parte de las ocasiones, es el fruto, por sus propiedades saludables, sus hojas contienen taninos y flavonoides, unas sustancias muy útiles para mejorar el estado de las varices.
Ciprés
Mejora la circulación gracias a su acción vasoconstrictora, astringente y venotónica. Elabora una crema con 20 mg de gel base, 10 gotas de aceite esencial de ciprés, 10ml de agua de hamamelis y 8 gotas de aceite esencial de menta piperita. Aplícate la crema a diario en sentido ascendente.
Rusco
Contiene saponósidos (Vitamina P) con efecto antiinflamatorio y antiedematoso. Aumenta la resistencia de los capilares, alivia síntomas como la pesadez de piernas, el adormecimiento y calambres, y ayuda en la retención de líquidos.
Castaño de Indias
Sus flavonoides y taninos impiden la formación de varices. Además es vasoconstrictor y fluidificante sanguíneo. Contiene aescina de donde procede su eficacia como antiinflamatorio y esculina que le convierte en un potente venotónico fortalecedor de las venas.
Sus hojas son ricas en vitamina K, la vitamina antihemorrágica por excelencia.
Infusiones mágicas contras las varices y piernas cansadas
Infusión de castañas
Machaca dos castañas pilongas con su piel y cuécelas durante 10 minutos en un cazo con un poco de agua. Deja reposar 5 minutos, cuela y toma ese líquido en ayunas. Este remedio está indicado para varices, hemorroides y piernas pesadas. Ejerce un efecto estimulante de la circulación, por lo que también va bien para problemas de pies fríos e hinchados.
Infusión de avellano
Hierve en un litro de agua 20 g de hojas de avellano. Toma 3 tazas al día después de comer durante una semana y descansa la siguiente sin tomar.
Fuente: Laboratorios Arkopharma
Desde Hogarmania te recomendamos que, para cualquier duda que te surja, no dudes en consultar a tu médico de cabecera o un profesional especialista.