Estrenar zapatos nuevos es algo que siempre hace ilusión. Sin embargo, en ocasiones, hacerlo se convierte en todo un suplicio. ¿Quién no ha reservado unos zapatos nuevos para una ocasión especial y ha terminado con una rozadura o herida en el pie?
Y es que, hasta que los zapatos no se adaptan a la forma de los pies, pueden producen heridas y rozaduras, y como siempre es mejor prevenir que curar.
Para ello, te proponemos una serie de consejos que te ayudarán a evitar que estrenar tu calzado nuevo no se convierta en un suplicio. Y..., si llegamos demasiado tarde y ya tienes una rozadura o herida en el piel, no te pierdas estos sencillos remedios naturales con plantas cicatrizantes, desinfectantes y calmantes como áloe vera, manzanilla y tomillo. ¿Te lo vas a perder?
Consejos para evitar heridas y rozaduras en los pies
Agua
Trata de, antes de ponerte el zapato, humedecer con un poco de agua caliente la zona que te roza para que se ablande y no nos haga herida. Ten cuidado si la piel es muy porosa porque puede dejar marca.
Crema
Aplica la crema hidratante por la zona donde crees que te va a acabar haciendo daño el zapato, ponte un calcetín y llévalos por casa, conseguirás que el zapato se ensanche un poco. Eso sí, solo sirve si el zapato es de piel.
Congelador
Mete los zapatos en el congelador. Sí, sí, has leído bien. El hielo y el frío harán que la piel se reblandezca. Déjalos durante toda una noche y, al día siguiente, póntelos nada más sacarlos del congelador para que se adapte a la forma de tu pie.
Calcetines
Llevar calcetines evita que los zapatos te hagan rozaduras, pero como hay zapatos con los que no quedan bien porque se ven, una solución son los pinquis, pinkis o pikys, el pie estará protegido y no quedará mal estéticamente.
Talla adecuada
Parece una tontería pero es uno de los principales errores que cometemos. No siempre usamos la misma talla de zapato, por ejemplo, en botas de invierno o en deportivas se suele usar un número más grande porque se utiliza un calcetín más grueso. Asimismo, la mayor parte de las personas tiene un pie más grande que el otro, se debe elegir la talla del pie mayor y poner unas medias plantillas en el otro pie para compensar.
Polvos de talco
Esparce un poco los polvos de talco por todo el pie y ponte el zapato. Evitarás que se produzca esa fricción que propicia que se creen heridas y rozaduras.
Cremas protectoras o vaselina
En farmacias o parafarmacias se venden cremas protectoras que actúan como una segunda piel, protegiendo el pie. Otra opción es untar un poco de vaselina en las zonas donde suelen crearse las rozaduras, durezas y grietas en los talones y la planta del pie.
Horma
Si después de probar diferentes trucos para ensanchar un poco más el zapato, ves que no tiene resultado, la mejor opción es llevarlo al zapatero para que te ensanche la horma.
Tiritas
Si hay un zapato que siempre te acaba molestando en ciertas zonas del pie, lo mejor es colocarte una tirita antes de ponerte el zapato. No tendrá el mismo efecto si te la pones cuando ya te ha salido la herida.
Practicar por casa
Estrenar los zapatos el mismo día de un evento especial no es recomendable. Asegúrate días antes de que el zapato no te haga daño y si es así, práctica andando con ellos por casa. Los irás cediendo y adaptándolos a tu forma del pie.
Remedios naturales para las rozaduras de los pies
Áloe vera
El áloe vera es una planta que tiene un alto poder refrescante y cicatrizante, utilizada para curar quemaduras, inflamaciones y llagas. Para tratar la herida o rozadura, abre la hoja de áloe por la mitad y utiliza el gel directamente sobre la zona.
Manzanilla
La manzanilla, además de emplearse para desórdenes digestivos o nerviosos, es antiinflamatoria y desinfectante. Haz una infusión de manzanilla y aplícala sobre la rozadura o herida con un algodón o gasa limpia.
Tomillo
El tomillo es una planta de poder antiséptico, eficaz para curar rozaduras lavando la herida con una infusión concentrada de tomillo. En loción, diluye 20 gotas de aceite de tomillo en 60 ml de agua y aplica sobre la herida.
Truco casero de La Botica para tratar una herida del pie
Otra forma de tratar una rozadura del pie es recurriendo a un parte de un alimento que nunca falta en los hogares. Es, nada más y nada menos que, el huevo.
Y es que puede pasar que tengamos una rozadura en el pie y no tengamos tiritas a mano o se nos hayan acabado. Pues bien, para esos casos en los que no tengamos tiritas, Maxi, de La Botica, nos propone utilizar la membrana de dentro del huevo para calmar la rozadura. Esta piel se va a adherir a la piel en cosa de pocos minutos y va a ejercer la función de tirita. Más sencillo imposible, ¿verdad?