Carbón activo: qué es y cuáles son sus propiedades beauty

El carbón activo se ha convertido en un ingrediente estrella dentro de la cosmética. Pero, ¿qué es exactamente el carbón activo?

Se trata de un ingrediente de origen vegetal desata por sus poderes detoxificantes, ya que es capaz de eliminar impurezas, toxinas y toda la suciedad de la capa superficial de la piel y de los poros.

Unas propiedades que la han colocado como una opción perfecta para aquellas personas con la piel grasa o mixta.

Pero, ¿de dónde y cómo se obtiene el carbón activo o carbón activado? Pues bien, es una sustancia que se extrae de, tal y como su nombre indica, de cualquier madera rica en carbono, como son el caso de la cáscara del coco, de la corteza de las almendras o de las nueces.

La manera en la que se obtiene el carbón activado es sometiendo a las cáscaras de coco a una pirolisis a temperaturas de entre 400º y 700º y bajo unas condiciones controladas. Lo que le convierte en el material natural más absorbente disponible en el mercado.

Beneficios del carbón activado para la piel

• Absorbe el exceso de grasa de la piel.
• Desintoxicante.
• Antibacteriano.
• Aporta luminosidad al rostro.
• Rejuvenece la piel.
• Exfoliante.

Su principal aplicación en cosmética son las mascarillas. ¿Todavía no las has probado? Si a ti también te ha conquistado este ingrediente estrella, te enseñamos a hacer una mascarilla de carbón activo ¡con tus propias manos!

Mascarilla de carbón activo casera

Ingredientes

• 1 cápsula de carbón vegetal o una cucharada sopera.
• 1 cucharada de leche desnatada.
• 1 sobre de gelatina sin sabor.

Paso a paso

• Añadir el sobre de gelatina en un recipiente.
• Verter la cucharada de leche desnatada en el recipiente.
• Calentar la mezcla en el microondas hasta conseguir una textura gelatinosa (15 segundos aproximadamente)
• Añadir el carbón activo a la mezcla y remover todos los ingredientes.
• Dejar que se enfríe y aplicarla en el rostro evita el contorno de labios y de ojos.
• Dejar que actúa 20 minutos y aclarar con agua tibia.

Muy sencillo, ¿verdad? ¡No te resistas a probarla!