6 formas originales de combinar fresas en tus ensaladas de primavera

Mayo es temporada alta de fresas, una fruta versátil que puedes disfrutar en platos dulces y salados.
Mayo es temporada alta de fresas, una fruta versátil que puedes disfrutar en platos dulces y salados.

Las fresas no solo aportan color y sabor a tus ensaladas, también te invitan a jugar con texturas, contrastes y nuevas combinaciones. Aprovecha que están en plena temporada y experimenta con ellas: desde mezclas clásicas hasta combinaciones más atrevidas.

La primavera es sinónimo de fresas. Rojas, jugosas y llenas de sabor, estas frutas conquistan cada año nuestros postres... pero también tienen un lugar privilegiado en platos salados.

¿Las has probado en ensaladas? Su combinación de dulzor y acidez es ideal para equilibrar sabores, aportar color y darle un toque especial a cualquier plato frío. Aquí te propongo algunas ideas para inspirarte y sacarle partido a este producto de temporada.

1. Con queso de cabra y frutos secos: la pareja infalible

Una de las combinaciones más clásicas (y efectivas) es la de fresas con queso de cabra. El dulzor ácido de la fruta contrasta a la perfección con el sabor potente y cremoso del queso. Añade unos frutos secos como nueces o almendras para aportar textura crujiente y tendrás una ensalada redonda. Puedes usar una base de canónigos, rúcula o mezclum para que el conjunto gane en frescura.

Una buena muestra es esta ensalada con diente de león y fresas, donde el amargor de las hojas contrasta con el dulzor de la fruta de forma deliciosa.

El contraste entre el queso de cabra y las fresas hace que esta ensalada sea un clásico de la primavera.
El contraste entre el queso de cabra y las fresas hace que esta ensalada sea un clásico de la primavera.

2. Con pollo a la plancha y aguacate: un plato completo

Si buscas una ensalada que funcione como plato principal, esta es tu opción. Las fresas funcionan muy bien con proteínas suaves como el pollo, sobre todo si lo has marinado con toques cítricos. Añadir aguacate aporta cremosidad y grasas saludables, mientras que las fresas dan el contrapunto fresco y ligero. Es ideal para una comida rápida, nutritiva y de temporada.

Esta ensalada combina proteína, frescor y textura gracias al pollo, las fresas y las nueces.
Esta ensalada combina proteína, frescor y textura gracias al pollo, las fresas y las nueces.

3. Con espinacas baby y vinagreta balsámica: simple y elegante

La combinación de fresas con espinacas baby es visualmente atractiva y muy equilibrada en sabor. Esta mezcla funciona de maravilla con una vinagreta a base de vinagre balsámico, aceite de oliva y un toque de miel o mostaza. Añadir unas semillas de calabaza, sésamo o chía puede darle un toque final muy interesante. Ideal para servir como entrante en comidas de primavera.

El resultado es una ensalada nutritiva, colorida y perfecta para la primavera. También puedes inspirarte en esta ensalada de berros con fresas y piñones, una propuesta sencilla pero muy sabrosa.

Las fresas aportan un toque dulce y ácido perfecto en esta ensalada con rúcula, tomate y queso.
Las fresas aportan un toque dulce y ácido perfecto en esta ensalada con rúcula, tomate y queso.

4. Con queso azul y pera: contraste de sabores

Si te gustan las combinaciones potentes, prueba a mezclar fresas con queso azul. Su sabor fuerte se suaviza con la acidez de la fresa, y si sumas unas láminas de pera o manzana, el resultado es aún más armónico. Esta combinación queda genial sobre lechugas neutras como la hoja de roble o la batavia. Añade unos picatostes o semillas y tendrás una ensalada llena de matices.

5. Con tomate y albahaca: versión ensalada caprese

Puede sonar atrevido, pero las fresas encajan muy bien en versiones frescas de la ensalada caprese. Sustituye parte del tomate por fresas y juega con el contraste dulce-salado. Acompaña con mozzarella, unas hojas de albahaca fresca y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Es un giro inesperado que sorprende y conquista, perfecto para cenas ligeras o entrantes diferentes.

La versión con fresas de ensalada caprese y mozzarella es perfecta para una cena ligera o un entrante diferente.
La versión con fresas de ensalada caprese y mozzarella es perfecta para una cena ligera o un entrante diferente.

6. Con quinoa y pepino: frescura en cada bocado

Para quienes buscan una ensalada saciante pero ligera, la combinación de fresas con quinoa cocida es ideal. El pepino aporta frescura, la fresa un punto dulce y la quinoa textura y proteínas vegetales. Añade un toque de menta o hierbabuena picada y tendrás un plato perfecto para llevar en tupper o servir en reuniones veraniegas.

La combinación de fresas, quinoa y verduras frescas crea una ensalada ligera, saciante y llena de color.
La combinación de fresas, quinoa y verduras frescas crea una ensalada ligera, saciante y llena de color.

Las fresas no solo aportan color y sabor a tus ensaladas, también te invitan a jugar con texturas, contrastes y nuevas combinaciones. Aprovecha que están en plena temporada y experimenta con ellas: desde mezclas clásicas hasta combinaciones más atrevidas.

A veces, solo hace falta una fruta para transformar una ensalada básica en un plato memorable. Y tú, ¿ya has encontrado tu combinación favorita con fresas?

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