Transformar un dormitorio con distribución sencilla en una habitación en suite práctica y moderna
Habitación en suite
Una reforma muy especial que une dos estancias y amplía el baño para crear una suite moderna, luminosa y muy funcional con vestidor.
Las reformas bien planificadas son clave para lograr los mejores resultados. A menudo, basta con una buena organización de ideas y una evaluación acertada del espacio para transformar habitaciones con distribuciones sencillas en estancias modernas y mucho más funcionales.
Ese es el caso de este proyecto llevado a cabo por Gorostidi Ideas, en el que se ha transformado una distribución tradicional —con habitaciones separadas y un baño independiente— en una habitación en suite moderna, luminosa, práctica y con mucho estilo, que incluye baño privado y vestidor.
El reto consistía en optimizar al máximo el espacio disponible, uniendo dos estancias originales y reorganizando sus usos para crear un espacio único y personalizado.
Por supuesto, se tuvieron en cuenta todos los detalles decorativos y funcionales para garantizar que la nueva estancia fuera aún más confortable, moderna y equilibrada.
Este tipo de reformas es clave para actualizar la apariencia de las casas, en busca del objetivo principal: convertirlas en un verdadero hogar.
Renovar y optimizar las estancias mejora la calidad de vida de quienes habitan el espacio, además de revalorizar el inmueble gracias a una distribución más lógica y atractiva.
Reorganización del espacio: unir estancias y ampliar el baño
Como se aprecia en el plano de la reforma, uno de los principales cambios fue la unión de dos estancias, lo que permitió ampliar considerablemente la habitación.
De este modo, se generó una nueva distribución en la que el baño pasa a formar parte del dormitorio, incorporando también un vestidor práctico con armarios cerrados, para mantener el orden y la limpieza de las prendas con mayor facilidad.
Ver: 6 ideas geniales para organizar el vestidor
Para ello, fue necesario modificar la ubicación de las puertas de las estancias de la casa, cambiándolas de sitio estratégicamente para facilitar la circulación y mejorar la funcionalidad general. Además, el baño original se amplió, ganando en comodidad y permitiendo integrar nuevos elementos decorativos y de diseño.
Para optimizar el espacio, se eligió una puerta corredera, una solución muy práctica en espacios donde cada centímetro cuenta.
Una suite funcional: dormitorio, baño y vestidor
Gracias a esta nueva organización, la vivienda cuenta ahora con una habitación en suite completa, donde las tres zonas —descanso, almacenaje de prendas y aseo— se integran de manera moderna y acogedora, manteniendo una estética uniforme en todo el conjunto.
Un dormitorio acogedor con detalles personales
El objetivo principal fue convertir el dormitorio en un lugar de descanso agradable que transmitiera tranquilidad y alegría. El elemento protagonista es un cabecero de capitoné sencillo en color beige, que aporta elegancia al espacio.
Para reforzar la luminosidad de la estancia y ganar amplitud visual, se eligieron complementos en colores suaves, como textiles, cortinas y alfombras.
Para añadir un toque acogedor y personal, se incorporaron cojines en tonos azules y una manta plaid rosa a los pies de la cama.
Además, se instaló un pequeño escritorio, perfecto para trabajar cómodamente sin salir de la habitación.
Un vestidor blanco y ordenado
El vestidor se compone de muebles blancos con formas sencillas. Esta elección refuerza la continuidad visual del espacio y aporta una sensación de orden y amplitud. Tal como se mencionó anteriormente, su diseño funcional permite guardar ropa y complementos de forma práctica y organizada, protegiéndolos del polvo y sin saturar el ambiente.
Se utilizaron dos tipos de papel pintado para decorar la zona del dormitorio y el vestidor, con estampados diferentes pero que combinan perfectamente. Una idea original que aporta mucha personalidad a la vivienda.
Un baño moderno con personalidad
La zona de baño destaca por su estilo moderno. Se eligió un mueble de madera que aporta elegancia y presencia, y se combina con un lavabo tipo cuenco de cerámica blanca. La grifería negra añade un punto de sofisticación y actualidad, ya que es una de las tendencias de las últimas temporadas.
